Varios centros médicos emplean perros de terapia para consolar y animar a los pacientes, pero en el hospital de Calais, en el norte de Francia, un caballo de 15 años es quien tranquiliza tanto a los pacientes como a los familiares.

El personal médico apodó al animal como ‘Dr.Peyo’, al demostrar que ha sido beneficioso para el hospital al reducir eficazmente el estrés y ansiedad de los pacientes. Los doctores se percataron que los pacientes que interactuaban con él regularmente requerían medicamentos y analgésicos menos intensivos.

Sin embargo, antes de ser conocido como el ‘Dr.Peyo’, este caballo participaba en competencias de doma junto a su entrenador Hassen Bouchakour; ahora hace rondas en el hospital francés para acompañar a sus pacientes hasta el final.

Fue un cambio abrupto que vivió Hassen, pues aseguró, según The Guardian, que este animal es un daño colateral que no pidió y le tomó mucho tiempo en aceptarlo.

“Puso fin a mi exitosa carrera como deportista y como ‘showman’. Fue muy complicado dejar de ser el maestro y tener que admitir que cuando [Peyo] detecta que alguien [está enfermo], yo ya no tengo el control. Cuando decide, no puedo retenerlo, es una necesidad, es visceral, está en él, necesita ir y aferrarse a la persona específica que ha elegido “, explicó Bouchakour.

Durante el tiempo que participó en los espectáculos ecuestres, Hassen se percató de que Peyo buscaba constantemente el contacto humano. Después de cada presentación elegía a las personas entre la multitud, se les acercaba y optaba por quedarse a su lado. “Comencé a sospechar que estaba eligiendo personas que estaban debilitadas moral, física o psicológicamente”, comentó el entrenador.

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Actualmente, el ‘Dr. Peyo’ hace sus rondas, ya que hace parte del personal del hospital, y va de puerta en puerta en el centro de cuidados paliativos. Sin embargo, es el propio caballo el que decide a qué habitación quiere entrar y le indica a su entrenador levantando una pata o deteniéndose en la puerta.

Después de 4 años de investigación, los especialistas veterinarios creen que el cerebro de Peyo funciona de una manera excepcional.

Para lograr realizar las visitas sin poner en peligro a los pacientes, el animal recibe una loción antiséptica y una manta, su melena y cola van trenzadas con fuerza. Hassen siempre permanece cerca de él.

Estas son algunas fotografías del ‘Dr.Peyo’ que alegra los corazones de cientos de pacientes: