Aunque la religiosa le aseguró a La Reppublica que esa relación se terminó y que, de hecho, fue ella quien decidió acabar con ese romance, eso no la disuadió de abandonar los hábitos.

Ante esa decisión, el convento tuvo que cerrar: solo quedaban dos novicias que apenas estaban empezando su vida religiosa y una monja de 80 años que, por su edad, no podía de hacerse cargo del monasterio, indicó el diario italiano.

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Además, según el portal Bigodino.it, “ese convento no dependía de la diócesis, ni del obispado, sino de una congregación religiosa que declaró imposible continuar a cargo de la administración de la institución”.

“La gente llora por el cierre del monasterio y yo también lo hago. Lo que estoy sufriendo me marcará de por vida”, manifestó Saccente a La Reppublica.

Ninguno de los dos medios citados indicó qué pasara con el lugar, donde hay 39 camas y “un gran espacio” para eventos sociales como primeras comuniones y matrimonios, de acuerdo con el diario citado.