Las imágenes las difundió la cuenta de Instagram ‘Bogotá capital cars’ en sus historias, y han sido replicadas en redes sociales por usuarios y organizaciones que buscan alertar a la Policía sobre el caso de inseguridad que sucede en este y en otros sectores de la capital.

Lo primero que muestra el video es una situación en común: carros pinchados frente a dos montallantas de la zona, y a trabajadores que muy amablemente les ayudan a sus conductores a salir del impase.

Pero detrás de este contexto hay algo que dejó sorprendidos a los internautas, y es que los mismos que inflan las llantas serían los que las están pinchando. Todo un negocio redondo que marcha sobre ruedas.

“Son dos montallantas las mismas ‘ratas’. Están ubicados sobre la Calle 80 en sentido occidente-oriente”, se advierte en la publicación.

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Y es que la persona que hizo el seguimiento se percató de dos cosas que se vuelven repetitivas en la grabación: la primera, que los pillos “siempre buscan víctimas de la tercera edad… que tengan carros o camionetas de media o alta gama”.

La segunda, dijo, que son dos hombres que merodean en motocicleta frente al Jumbo de la 80, y que son los que “buscan a la víctima” para seguirla y lanzarle las puntas de acero.

El ciudadano que grabó a los hombres de la moto se fijó en que llevan un overol de color verde oliva y una chaqueta oscura, y uno de ellos fue visto con el mismo atuendo cuando atendía en el taller.

Otro dato que se entregó en la denuncia es que cuando el conductor ya está en el taller y se descuida, una mujer se acerca y le “da dos o tres puñaladas a la otra llanta”.

Montallantas en Bogotá estarían detrás de carros pinchados sobre Calle 80

Una de las conclusiones que sacó la persona que hace la denuncia es que estos delincuentes prefieren a víctimas de avanzada edad ya que “ellas no van a bajar una llanta y a cambiarla”, y por eso prefieren pagar en un taller cercano para que les arreglen el problema.

Una situación similar se denunció a comienzos de 2020 cuando unos 50 carros fueron pinchados en cuestión de horas, sobre la avenida 68 entre calles 13 y tercera (sentido norte-sur), y como la Policía descartó que fuera un plan para atracos masivos, la teoría que se mostró desde medios de comunicación fue que los mismos dueños de talleres de la zona serían los responsables.

Los chuzos habrían sido instalados por “habitantes de calle contratados por montallantas que hay en la zona, para afectar vehículos y conseguir clientes”, a los que les cobraban entre 8.000 y 15.000 pesos por un parche para el neumático.