Hace algunos meses, la historia de Candelillo enamoró a Ibagué. Todo ocurre en el barrio Ricaurte, una zona que bulle de ruido y movimiento gracias a su actividad económica, que llena las calles de negocios, clientes, emprendedores, carros, motos, busetas y taxis, siendo esta una de las zonas más movidas al sur de la ciudad.

Entre el sin número de establecimientos que se encuentran en este punto, existen las panaderías, infaltables en cualquier municipio de Colombia. No hay ser vivo al que no le guste el pan, siendo un alimento que sirve de acompañante para cualquier comida, y que viene en diferentes presentaciones.

Si bien la panadería Morata del Ricaurte tiene muchos clientes entre grandes y pequeños, que sin falta van todos los días, hay uno en particular que se ha ganado el cariño no solo de los trabajadores del local, sino de los habitantes de la zona.

Se trata de un caballo color chocolate, que desde hace algún tiempo comenzó a frecuentar el negocio, llamado por el olor al pan recién horneado. Este amigo peludo se ha convertido en una atracción para los lugareños, extendiendo su fama a otros sectores de Ibagué. “Ya empieza a hacerse famoso”, dice un vecino del Ricaurte.

(Vea también: Caballo se volvió el mejor cliente de una panadería: llega todos los días a pedir su pan)

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De donde salió

Candelillo, como es el nombre del come pan, es del señor Luis Fernando Carvajal, quien hace algunos meses contó que no tenía idea de las andanzas de ‘Candelillo’. Este es un caballo libre, y su dueño lo deja caminar.

Fueron vecinos los que le comentaron que su potro se estaba haciendo famoso por comer pan. Así mismo, don Luis comentó que trabaja cargando material y que el caballo le ayuda en esa tarea cargando los bultos, pero que siempre le pone poca carga para cuidarlo.

Sobre si lo daría en venta, don Luis fue tajante en decir que no lo vendería, pues es su amigo y compañero de vida y trabajo.

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Tiene un nuevo amigo

Como si fuera poco el ‘pancito’ diario que le dan a Candelillo, un gasto que asumen clientes y trabajadores de Morata, ahora al animalito se le dio por llevar a su amigo, otro caballo de color blanco con manchas cafés.

Este par de amantes del pan ahora son los clientes número uno de la panadería, una historia curiosa que pone a pensar a los habitantes sobre lo inteligentes que son estos animales, al ser capaz de llevar a su amigo equino a probar su antojo.

“Son reeducados y amables y a diario llegan por su pan”, escribió Marcelo Sandoval Torres, usuario de Facebook que compartió las fotos de la escena.

Recuerde: si se encuentra con Candelillo y su amigo, regáleles su pan favorito el de leche, pero solo uno para evitar que se enfermen.

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