Jul 7, 2023 - 5:50 pm

El 75 % de los músicos sufre de lesiones físicas al interpretar su instrumento por la falta de conciencia hacia el cuidado físico y mental en las jornadas de estudio, de acuerdo con el Instituto de Fisiología y Medicina del Arte en Barcelona.

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En Colombia, de acuerdo con el Sistema de información de la Música, Simus, cerca de 275.000 usuarios de todas las edades acuden a los procesos formativos musicales. Muchos de ellos son niños y jóvenes desde los 6 hasta los 19 años que incursionan en el mundo musical y después continúan su formación académica superior, sin tener muchas veces la conciencia del cuidado propio.

La competencia por el deseo de destacar y así llegar a las mejores agrupaciones permite que el proceso formativo, desde sus inicios, se haga con alta exigencia, pues “se enfocan en sacar un producto y no en lo realmente importante que es el proceso, lo que genera los problemas reales: técnicos, físicos y mentales”, afirma Laura Suárez, fisioterapeuta musical.

Un ejemplo de muchos es el de Sergio Camargo, músico trombonista de la Universidad de Antioquia, quien empezó a sus 7 años interpretando distintos instrumentos hasta que encontró el trombón. Él decidió seguir su camino en la música y, como resultado de su gran esfuerzo y extensas jornadas de estudio, logró ser solista y músico principal de la Orquesta Sinfónica Nacional. Cuando menos lo esperaba y estando en la mejor etapa de su carrera, sus prácticas de estudio poco sanas le pasaron factura y tuvo una distonía focal que le impidió tocar por mucho tiempo. Después, se desencadenaron algunos problemas de salud mental al pensar que no podía mejorar o encontrar una solución.

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Zulanye Figueredo, profesora del programa de fisioterapia de la Universidad de La Sabana, considera que el fisioterapeuta debe ejercer su profesión de forma integral con las personas que trabajan en distintos campos, reconociendo que todas las labores son importantes. Además, enfatiza en que es fundamental, para que no sigan pasando casos como el de Sergio, que se adquiera control, técnica y planeación en la enseñanza de los niños y jóvenes en formación, buscando que no se comparen, ni que tengan la presión social por ejecutar una acción hasta tal punto que se puedan frustrar. “Cada persona es y aprende de acuerdo con sus capacidades”.

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En la fisioterapia hay un área que trata a los músicos y artistas: la ‘fisioterapia musical’. Es una especialidad no muy común, por lo menos en Colombia, pero se basa en que, por medio de un análisis, que facilita al músico las herramientas necesarias para encontrar su propio equilibrio y alcanzar su máximo potencial, pueda recuperarse de una lesión del modo correcto y prepararse para volver a la actividad musical de forma adecuada, progresiva, supervisada y sin riesgos para su salud. Aunque, si bien hay unos pocos especialistas en esta área, sería importante que se dé a conocer y poder prevenir o tratar cualquier lesión del músico a causa de que hagan un movimiento altamente repetitivo, que de por sí ya provoca problemas.

El proceso pedagógico, en conjunto con la salud, ayudaría a que los procesos musicales se den con más asertividad. Es necesario empezar a discutir e implementar el acceso fácil a todas las herramientas para la formación autorregular de los profesionales. Es necesario identificar que el papel de los artistas, antes de ser intérpretes de un instrumento, es el de seres humanos que están expuestos a la presión social y quienes pueden presentar grandes afecciones físicas, como la distonía, tendinitis, lumbalgia y cervicalgia, entre otras. De igual manera, pueden presentar trastornos como la depresión, ansiedad, síndrome del impostor, entre otros, que afectan su salud mental.

Otra historia que ilustra esta problemática es la de Sara Prieto, una joven clarinetista que actualmente está cursando su pregrado en pedagogía y música en la Universidad Javeriana y quien también empezó su proceso musical desde muy pequeña. Sus horarios de práctica eran tan exigentes que en el 2017 presentó molestias en sus brazos y espalda, por lo que decidió acudir a uno de los pocos especialistas de fisioterapia musical que hay en el país, quien le dijo que su problema era más de fondo que de forma.

Aunque ella contó con el apoyo de diferentes maestros que la instruyeron en el camino para interpretar mejor su instrumento, asegura: “Muchas veces es necesario ir más allá de lo interpretativo y analizar cuál es el método de aprendizaje que le sirve a cada estudiante porque todos somos diferentes”.

Ni los artistas ni los profesionales de la salud son conscientes del esfuerzo físico y psíquico que implica tocar un instrumento (la forma, el tiempo, posturas, técnica, etc.) Solo hasta que el artista empieza a presentar síntomas, molestias o incomodidades en su cuerpo, se acude a un médico o especialista para recibir una ayuda. Sin embargo, esta evaluación depende mucho del diagnóstico que se le da al paciente, pues no es lo mismo tratar a un deportista que a un músico porque la exigencia muscular y la raíz del problema es distinta.

Laura Suárez, fisioterapeuta de la Universidad Nacional y especialista en músicos, dice que “es importante que, así como los deportistas tienen su fisioterapeuta, los músicos y artistas también, ya no solo en las agrupaciones profesionales, sino en los procesos formativos, de tal forma que sea más fácil prevenir que curar cualquier tipo de lesión”.

En sus 13 años de experiencia, ha percibido el gran trabajo y esfuerzo no solo corporal, sino mental que implica tocar un instrumento. Más allá de quitar el dolor, considera que en el campo formativo de los intérpretes se deben crear hábitos saludables para lograr una calidad musical de alto nivel y, para ello, es importante que se visibilice esta problemática desde las distintas áreas, como la salud, la educación y la cultura.

Las lesiones en músicos no son una problemática reciente, sino que vienen desde años atrás con los más grandes artistas, solo que ahora pueden ser más conscientes de las causas, consecuencias y cómo se puede prevenir.

Estos reflejos se pueden ver en el mundo del cine. Películas como ‘Whiplash’, del director Damien Chazelle, la cual habla de la presión de parte del maestro; ‘Shine: el resplandor de un músico’, del director Scott Hicks, que habla sobre la presión familiar, y ‘El Solista’, del director Joe Wright, quien plantea la autoexigencia y los resultados en la búsqueda de ser el mejor, que causa lesiones en la salud física y mental de los músicos.

En definitiva, el trabajo de la fisioterapia no solo es terapéutico; indudablemente, tiene su papel preventivo, pero esta prevención, como punto de partida, debe conocer nuestro cuerpo, tomar conciencia de él, sentirlo, activarlo y relajarlo. Trabajarlo en conjunto con la pedagogía es fundamental para no separar su funcionamiento en relación con la práctica instrumental.

Por: María Camila Poveda Trujillo

*Estas notas hacen parte de un acuerdo entre Pulzo y la Universidad de la Sabana para publicar los mejores contenidos de la Facultad de Comunicación Social y Periodismo. La responsabilidad de los contenidos aquí publicados es exclusivamente de la Universidad de la Sabana.