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Este artículo fue curado por pulzo   Oct 14, 2025 - 9:34 pm
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El impacto de los ciberataques en el sector manufacturero colombiano se ha intensificado, convirtiéndose en un desafío fundamental que compromete tanto la economía como la estabilidad nacional. Estas amenazas no solo provocan la detención momentánea de procesos, sino que además afectan la propiedad intelectual, generan retrasos en cadenas logísticas críticas y debilitan la competitividad industrial. A medida que Colombia se integra a una tendencia global donde la manufactura se convierte en un blanco frecuente, las consecuencias de estos incidentes se han vuelto cada vez más complejas y preocupantes.

De acuerdo con el Centro Cibernético de la Policía Nacional, entre enero y agosto de 2025 se detectaron más de 78.000 incidentes cibernéticos, reflejando un incremento del 26% frente al año anterior. Esta escalada coincide con la advertencia del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), que ha identificado un mayor número de ataques dirigidos a infraestructuras industriales críticas. Factores como la creciente digitalización, la interdependencia en las cadenas de suministro y la implementación de modelos de producción “just in time” han expuesto a la industria a nuevos riesgos, haciendo indispensable contar con una ciberresiliencia amplia y consolidada, tal como lo evidencian los datos oficiales recopilados.

El ransomware, una metodología en la que sistemas son secuestrados para demandar rescates económicos, se ha convertido en la técnica más nociva en este ámbito. Ejemplos internacionales que afectan a firmas como Clorox y Nucor han puesto en evidencia el potencial destructivo de estos ataques. En el contexto colombiano, la dependencia de operaciones sincronizadas y continuas magnifica las repercusiones; los daños van desde pérdidas millonarias hasta fricciones contractuales, reputacionales y regulatorias que pueden afectar a largo plazo, según análisis de fuentes especializadas revisadas.

Además, existen amenazas menos visibles pero igualmente peligrosas, tales como el espionaje industrial y el hacktivismo. La Agencia Nacional de Seguridad Digital de Colombia ha advertido que estos ataques no solo buscan obtener beneficios financieros, sino también apropiarse de información sensible —planos, diseños, tecnologías— particularmente en sectores clave como defensa y energía. Esta tendencia refleja la manufactura como escenario de competencia estratégica internacional y su vinculación con intereses geopolíticos y económicos.

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Para contrarrestar estos retos, los especialistas en ciberseguridad recomiendan fortalecer los planes de continuidad y acelerar la capacidad operativa de recuperación tras los incidentes, tal como indica Check Point Research. Una estrategia preventiva que incluya la protección de la cadena de suministro y emplee herramientas avanzadas de inteligencia y defensa puede mitigar los riesgos asociados a la fuga de datos y la interrupción de operaciones. El Instituto Ponemon sostiene en su informe de 2025 que las empresas con políticas integradas de ciberseguridad y gestión de riesgos disminuyen considerablemente el impacto económico de los ataques, mientras que el World Economic Forum resalta la necesidad de colaboración entre actores públicos y privados para proteger la infraestructura nacional crucial.

El escenario colombiano se agrava por la brecha socioeconómica. Según el Banco Interamericano de Desarrollo, la limitada inversión en ciberresiliencia industrial pone en peligro la productividad y dificulta la recuperación económica post-pandemia, acrecentando disparidades regionales en acceso tecnológico y formación especializada. Por otro lado, la coyuntura geopolítica, como indica el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), intensifica la amenaza mediante la participación de actores estatales y grupos patrocinados que buscan explotar vulnerabilidades sectoriales para obtener ventajas estratégicas o debilitar rivales.

Dada esta realidad, la defensa de la industria manufacturera contra los ciberataques no puede limitarse a soluciones técnicas. Se exige una perspectiva integral, colaborativa y anclada en la estrategia nacional, donde la seguridad digital sea vista como un elemento central para el desarrollo, la estabilidad y la competitividad de Colombia en el entorno global.

¿Por qué la industria manufacturera es un objetivo prioritario para los ciberataques? A lo largo del texto se observa que la creciente digitalización y la interconexión de las cadenas productivas han vuelto a la manufactura especialmente susceptible a ciberataques. El hecho de operar bajo esquemas como el “just in time” significa que cualquier interrupción afecta rápidamente la producción y las entregas, lo cual puede llevar a pérdidas importantes y afectar la posición competitiva de una empresa. Además, la relevancia de la propiedad intelectual y los datos confidenciales convierte al sector manufacturero en un blanco atractivo tanto para el cibercrimen tradicional como para intereses geopolíticos o de espionaje industrial.

Por ello, el sector enfrenta no solo el riesgo de secuestro de sistemas y demandas de rescate, sino también la sustracción de información clave que puede afectar desde contratos hasta relaciones estratégicas en sectores sensibles. Esta combinación de vulnerabilidad operativa y valor de la información explica la particular atención de los atacantes sobre la manufactura colombiana.

¿Qué es el ransomware y cómo afecta a las empresas manufactureras? El término “ransomware” refiere a un tipo de software malicioso que restringe el acceso a sistemas o datos de una organización hasta que se pague un rescate. Esta modalidad de ataque es especialmente perjudicial en el ámbito industrial donde la continuidad operativa es esencial. Si una planta de producción pierde acceso a sistemas críticos, las consecuencias pueden incluir desde detenciones de líneas de ensamblaje hasta el incumplimiento de contratos y la afectación de toda la cadena de suministro.

En el caso colombiano, donde muchas empresas dependen de una sincronización estricta para mantenerse competitivas, el ransomware representa una amenaza directa a la viabilidad financiera y la confianza en el largo plazo. Adicionalmente, el pago de rescates no garantiza la restauración de todos los datos ni la eliminación definitiva de la amenaza, profundizando los desafíos para la seguridad industrial.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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