El volcán Puracé continúa mostrando un comportamiento inestable y el Servicio Geológico Colombiano (SGC) confirmó que, desde el boletín extraordinario del día anterior, la actividad no ha parado.
(Vea también: Instalarán una cámara especial en el volcán Puracé ante declaratoria de alerta naranja)
Bajo el cráter se siguen registrando señales relacionadas con el movimiento de fluidos, que están provocando emisiones constantes de gases y pequeños pulsos de ceniza.
Las columnas que han salido del volcán superaron los 500 metros de altura, aunque las nubes y las lluvias han dificultado medir su tamaño real. Por estas emisiones, el SGC tuvo que enviar siete alertas dirigidas a la aeronáutica, incluida una emitida el 1 de diciembre a las 11:27 de la noche, cuando la pluma de ceniza volvió a elevarse por encima de los 500 metros y se desplazó hacia el suroriente.
Qué está pasando con el volcán Puracé
La situación también dejó efectos visibles en la zona. Desde la vereda Pululó, a las 10:30 de la mañana de ayer, habitantes reportaron que el río San Francisco cambió a un color marrón, posiblemente porque las lluvias arrastraron ceniza acumulada en la parte alta del Puracé. En la vereda San Juan de Puracé también se informó caída de ceniza hacia las 2:00 de la tarde.
El volcán sigue en alerta Naranja, lo que significa que su actividad puede subir y bajar sin que eso represente una vuelta a la normalidad. Según el SGC, para regresar a un nivel más estable, alerta Amarilla, se necesita un tiempo prolongado de observación que permita confirmar que las señales están disminuyendo de manera consistente.
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