Dávila estaba hablando de que Colombia perdió el sorteo para ser sede del mundial femenino  y para ampliar dicha noticia, le dio paso a Velásquez, pero fue interrumpida por su mascota, Lía.

Apenas la periodista deportiva empezó a hablar, su perra comenzó a ladrar, haciendo eco a lo que ella decía. Tanto fue el escándalo de Lía, que Vicky Dávila le dijo a su colega: “Calme al perrito”, y después le pidió que lo alzara y lo mostrara.

Luego de la existencia de la jefe, Velásquez al fin alzó a la perra y la mostró en cámara. No obstante, la dejo ir poco después porque se ponía “más revoltosa”.

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La anécdota fue publicada por la propia revista Semana y replicada por Velásquez que, en Twitter, le agradeció a Vicky Dávila por entender “lo que significa trabajar desde casa”.