La esposa de Gustavo Petro, la sincelejana Verónica Alcocer, ya había ganado simpatías (y conquistado unos votos más para su esposo) cuando, durante la pasada campaña presidencial y en coincidencia con las fiestas de Sincelejo, se había lucido bailando al son de los aires sabaneros.

Este domingo 7 de agosto, muy bien puesta durante la posesión de Petro, ella lució un traje que llamó la atención de todos y por el cual fue comparada con otras primeras damas de la nación. La solemnidad de la ceremonia no daba para imaginar que semejante figura al lado del nuevo presidente de Colombia se saliera del protocolo.

(Le interesa: Cuántos años tiene Gustavo Petro vs. su esposa y su ex: las prefirió menores)

Pero alterar el protocolo fue lo que marcó la jornada. El propio presidente, en un acto de ruptura de la tradicional ceremonia, ordenó un receso antes de posesionar a su vicepresidenta, Francia Márquez, para que se cumpliera la primera orden que dio como mandatario: traerle la espada de Bolívar que no le quiso prestar el gobierno del presidente Iván Duque.

Ya en el interior de la Casa de Nariño, en un recorrido que al menos los últimos presidentes de Colombia en su posesión habían omitido, la pareja presidencial caminó por la sede del gobierno de Colombia e incluso saludó a las trabajadoras de servicios generales.

Lee También

Pero faltaba que sonara la música propia de las sabanas sucreñas para que acaparara la atención de la nueva primera dama, que se puso a bailar al son de un fandango.

Con el desparpajo que la caracteriza, Alcocer salió a bailar y volvió a llamar la atención de todos. El vestido muy formal que llevó para la posesión de su marido no fue un obstáculo para que ella se moviera al son de la música que invadió el recinto.

Incluso en medio de la algarabía se puso un sobrero vueltiao con lo que el espíritu caribeño se tomó de lleno la fría y acartonada casa que está dispuesta para que vivan los presidentes.