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La vida de los migrantes venezolanos tras las rejas en las cárceles de Colombia puede ser difícil y precaria. Muchos de ellos llegaron al país buscando mejores oportunidades y escapando de la crisis en Venezuela. Sin embargo, algunos se ven envueltos en situaciones de delincuencia debido a las dificultades económicas y sociales que enfrentan en su nueva realidad.
Yonaiker, el joven condenado a 27 años de prisión por homicidio, es un ejemplo de cómo la situación puede llevar a algunas personas a cometer delitos. Él confiesa que se involucró con estructuras criminales en Colombia debido a la falta de empleo estable y la presión de la necesidad, especialmente cuando tenía responsabilidades y dependientes económicos. “ El hambre es brava y cuando tienes una responsabilidad es más brava aún”.
(Vea también: Las celdas dela Policía de Bogotá que son una pesadilla en carne propia para criminales)
Es esencial recordar que no todos los venezolanos son delincuentes, y estigmatizar a toda una comunidad por las acciones de unos pocos es injusto y erróneo. Como lo señala Yonaiker, hay muchas personas trabajadoras y honestas provenientes de Venezuela que luchan por sobrevivir y mantener a sus familias en medio de las dificultades.
El estudio de la Universidad Javeriana del 2022 resalta la vulnerabilidad de esta población en cuanto al acceso a la justicia. Muchos de los migrantes no conocen completamente las leyes y suelen enfrentar dificultades para obtener asesoramiento legal adecuado. Esto puede llevar a situaciones en las que, por desconocimiento o presión, algunos aceptan cargos sin tener una defensa adecuada.
La falta de acceso a un abogado competente puede afectar negativamente los resultados de los juicios y la justicia en general. Claudimar Mora una migrante venezolana, que actualmente se encuentra en libertad condicional, comenta: “En ningún momento nos explican nada, solo nos dicen que por ser extranjeros tenemos que aceptar cargos, que si verdaderamente lo hicimos sino juicio y ya, y uno pues sin saber nada lo que hace es bueno, dígame qué hago y yo lo hago”.
Por lo tanto, es esencial que las autoridades y las organizaciones pertinentes trabajen para garantizar que los derechos de los migrantes venezolanos en las cárceles de Colombia sean protegidos y que tengan un acceso justo y equitativo al sistema legal y de igual forma luchar por la seguridad de los ciudadanos.
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