La tormenta tropical Bonnie mantiene este viernes en alerta a la isla de San Andrés, donde los pobladores y turistas de la isla tuvieron que resguardarse ante el riesgo de fuertes lluvias, inundaciones y vientos.

Hasta la mañana del primero julio, la tormenta mantuvo una velocidad constante de 33 kilómetros por hora y provocó ráfagas de viento significativas, nubosidad e incrementos en la altura de las olas, que en las últimas horas fueron cercanas a los tres metros, según indicaron los organismos de riesgo del archipiélago. 

La noche del jueves estuvo pasada por agua e hizo que las autoridades decretaran toque de queda, que inicialmente iba desde este viernes a las 6 a.m. hasta las 6 p.m.; sin embargo, el factor climático obligó a ampliar por 12 horas más la medida. 

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Con el paso de las horas, el Ideam junto con los organismos de socorro vigilan minuto a minuto la intensidad de la tormenta tropical en el puesto de mando unificado que se instaló en San Andrés. Desde allí, Yolanda González, directora de la entidad, ofreció  nuevos detalles del ciclón.

Primero explicó que la tormenta Bonnie se está alejando de San Andrés y se desplaza lentamente hacia el sur de Nicaragua. También informó que este viernes a la 1:00 de la tarde fue el momento más cercano del fenómeno natural a la isla, a 151 km. A las 7:00 de la noche estuvo a 178,5 km aproximadamente al occidente y se aleja lentamente hacia el sur de Nicaragua. 

Sin embargo, pese a que la tormenta ha ido menguando, González indicó que las medidas de alerta se mantienen y solo hasta este sábado se podría conocer un parte de tranquilidad para todos los pobladores y turistas de San Andrés.