Si bien la bandera diplomática de la visita del Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, a Ecuador (esta martes) y Colombia (este miércoles) es ampliar y fortalecer lazos con las democracias de América Latina, es un hecho que se da en medio de un repunte de tensiones con Venezuela, exacerbadas aún más por la extradición de Álex Saab desde Cabo Verde.

Así como en Ecuador, Blinken se reunirá en Colombia también con líderes derechistas, como parte de la estrategia del presidente Joe Biden para promover la democracia, pero también mantener la presión sobre los mandatarios de izquierda en el continente.

Blinken “resaltará específicamente la manera en que países como Ecuador y Colombia fueron capaces de aprovechar sus valores y compromisos democráticos en beneficio de sus poblaciones“, dijo Brian Nichols, diplomático de Estados Unidos de más alto nivel para América Latina.

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El jefe de la diplomacia estadounidense llegó el martes a Quito, en donde se encontró con el presidente Guillermo Lasso, un banquero que ganó de manera sorpresiva las elecciones este año, superando al candidato del expresidente de izquierda Rafael Correa.

Colombia es un aliado de larga data de Estados Unidos y Biden ha mantenido en buena medida el apoyo de su predecesor, Donald Trump, al presidente Iván Duque.

Blinken se reunirá con grupos en defensa de los derechos humanos y también se referirá a dos asuntos claves para la administración Biden: el cambio climático y la migración.

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Es un importante viaje en favor de la democracia para el secretario Blinken, pero también es un realineamiento de las relaciones con las democracias de América Latina, [que va] más allá de los asuntos tradicionales que han dominado el debate durante muchos años”, dijo Muni Jensen, exdiplomática colombiana y actual consultora en el Albright Stonebridge Group en Washington.

Colombia ha complacido a la administración Biden al adoptar algunos de los objetivos más ambiciosos de América Latina sobre cambio climático antes de la cumbre medioambiental de la ONU del mes próximo.

En Bogotá, autoridades dijeron que Blinken se reunirá con ministros de la región para hablar de políticas de migración humanas, en medio de un alto flujo de haitianos que buscan iniciar el largo viaje a Estados Unidos desde Colombia.

Kevin Whitaker, embajador estadounidense en Colombia entre 2014 y 2019, dijo que un fuerte mensaje de Blinken sobre democracia —y sobre problemas fronterizos más allá de la cooperación en materia de seguridad— podría tener un impacto significativo en un momento en que su rival China se abre paso en América Latina.

La democracia está de alguna manera temblando en el hemisferio. Hemos visto al populismo autoritario crecer”, dijo Whitaker.

Fricciones con Venezuela

La apuesta mundial de Biden por la democracia, lejana a la cercanía de Trump con los autócratas, ha resultado sutil en América Latina.

Biden también mantiene la presión sobre líderes de izquierda autocráticos en Venezuela, Cuba y Nicaragua, luego de que la línea dura adoptada por Trump diera réditos políticos en el estado clave de Florida.

El viaje de Blinken ocurre días después de que la nación africana de Cabo Verde extraditará a Estados Unidos a Álex Saab, señalado testaferro de Nicolás Maduro, acusado de robar millones de dólares destinados a comida y ayudas en un país sumido en la pobreza extrema.

Venezuela es un tema que probablemente saldrá a flote con Duque, feroz crítico de Maduro, a quien acusa de promover el tráfico de drogas y albergar a rebeldes colombianos.

Whitaker dijo que Maduro ha revelado sus motivaciones. “Los venezolanos buscaban una forma de salir de esas discusiones. La encontraron y se aferraron a ella. No parece más complejo que eso”, dijo.