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La posibilidad de un racionamiento de electricidad en Colombia trae consigo serias preocupaciones tanto en el ámbito económico como en el social. Un escenario de este tipo afectaría a sectores claves como la industria, el comercio y el agro, reduciendo la productividad y, en consecuencia, provocando un aumento en los costos de producción y una disminución de la competitividad a nivel internacional.
Además, el impacto sobre el empleo sería significativo. La interrupción de las actividades productivas podría llevar al cierre temporal o definitivo de numerosas empresas, especialmente las pequeñas y medianas, que son las más vulnerables ante una crisis energética. Esto crearía una disminución en la oferta laboral y un incremento en la tasa de desempleo, lo que afectaría directamente el ingreso de las familias colombianas.
En el aspecto social, el racionamiento afectaría la calidad de vida de millones de ciudadanos, limitando el acceso a servicios esenciales como la salud y la educación. El corte de electricidad en hospitales y centros educativos, aunque temporal, tendría consecuencias directas en la atención médica y en la continuidad del aprendizaje de miles de estudiantes. Asimismo, se espera un aumento en los niveles de inseguridad, dado que la falta de luz en las calles incrementa el riesgo de actos delictivos.
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¿Cómo afectaría el corte de luz en la vida cotidiana?
El corte de luz en la vida cotidiana afectaría múltiples aspectos, desde lo más básico hasta lo más complejo. La interrupción del suministro eléctrico afectaría el acceso a servicios esenciales como la salud, donde hospitales y clínicas podrían enfrentar dificultades para operar equipos médicos críticos. En el hogar, las familias tendrían problemas para conservar alimentos refrigerados, cocinar y mantener una temperatura adecuada, lo que impactaría la alimentación y el confort.
Además, la comunicación también se vería interrumpida, con dificultades para cargar dispositivos móviles, utilizar internet y acceder a medios de información, lo que aislaría a las personas y limitaría la coordinación en situaciones de emergencia. La educación se vería afectada, ya que muchos estudiantes dependen de la tecnología para continuar sus estudios, y las clases virtuales serían imposibles sin electricidad.
En el ámbito laboral, quienes trabajan desde casa o dependen de herramientas digitales verían comprometida su productividad, lo que podría traducirse en pérdidas económicas tanto a nivel individual como empresarial. La falta de luz en las calles incrementaría la inseguridad, elevando el riesgo de delitos en áreas sin iluminación.

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¿Qué cosas serían positivas en el caso de un corte de energía?
Aunque un corte de energía trae consigo numerosos inconvenientes, también podría tener algunos efectos positivos, sobre todo en términos de cambios en el comportamiento y la adopción de nuevas prácticas más sostenibles. A continuación, algunos aspectos positivos que podrían surgir:
- Conciencia ambiental: la interrupción del suministro eléctrico podría aumentar la conciencia sobre la importancia del uso responsable de la energía y la necesidad de adoptar prácticas más sostenibles. Esto podría motivar a las personas a buscar alternativas energéticas más eficientes, como el uso de energía solar o la reducción del consumo innecesario.
- Desconexión digital: un corte de energía obligaría a las personas a desconectarse de dispositivos electrónicos, lo que podría fomentar un mayor tiempo de calidad con la familia, la lectura, la reflexión personal o el disfrute de actividades al aire libre que no requieren electricidad.
- Reducción de la contaminación lumínica: la ausencia de electricidad llevaría a una disminución de la contaminación lumínica, permitiendo una mejor observación del cielo nocturno y un descanso más reparador al estar expuestos a menos luz artificial durante la noche.
- Ahorro energético: la necesidad de adaptarse a los cortes de energía podría incentivar el uso de métodos más eficientes y menos dependientes del consumo eléctrico, lo que podría resultar en un ahorro significativo a nivel personal y comunitario.
- Fomento de la creatividad: la falta de electricidad puede llevar a las personas a buscar formas creativas de entretenerse, trabajar y resolver problemas cotidianos sin depender de la tecnología. Esto podría estimular la innovación y la resiliencia.
Aunque los cortes de energía presentan desafíos, también pueden ser una oportunidad para reflexionar sobre el uso de recursos, fomentar la sostenibilidad y reconectar con aspectos más simples de la vida cotidiana.
*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de Robby Bienestar, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto.
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