En apenas treinta segundos, un adolescente de 14 años ejecutó el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay durante la mañana del sábado 7 de junio de 2025. Con una pistola Glock calibre 9 milímetros y usando ambas manos, el menor se acercó rápidamente al político y disparó.
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Sin embargo, tras ser reducido por el grupo de escoltas de la Unidad Nacional de Protección (UNP) y miembros de la Policía, el menor señaló que actuó bajo órdenes directas de un hombre conocido como el ‘man de la olla’, un delincuente dedicado al expendio de drogas de la zona, según se ve y escucha en el video publicado por Red+Noticias.
En medio de la investigación, la Policía Nacional y agentes del CTI de la Fiscalía General de la Nación iniciaron operativos en el barrio Villas de Alcalá, donde el menor vivía junto a una tía. El objetivo central de las autoridades es ubicar e identificar al hombre que, según el joven capturado, sería quien lo contrató para cometer el ataque contra Miguel Uribe Turbay. Se estima que aproximadamente 50 uniformados custodian al menor en un centro médico de Bogotá, donde permanece bajo estricta vigilancia, de acuerdo con informes de El Tiempo.
Fuentes policiales aseguran al citado medio que las primeras investigaciones se han concentrado no solo en la búsqueda del presunto autor intelectual, sino también en determinar la estructura del tráfico de estupefacientes en el sector. “Estamos haciendo labores puerta a puerta en las viviendas circundantes para recolectar información acerca de quién es realmente el líder de la ‘olla’”, señaló un alto funcionario de la institución a ese medio.
Las autoridades han identificado al menos dos puntos de venta de droga en las cercanías al lugar de residencia del capturado. Los agentes adelantan labores de vigilancia e inteligencia en barrios aledaños como Unir y Garcés Navas, tratando de identificar plenamente a los responsables del negocio ilícito. Además, se tiene información sobre el funcionamiento de al menos tres grupos delincuenciales conocidos como ‘los Rule’, ‘los Destornilladores’ y ‘los Ganzúa’, quienes están relacionados no solo con el microtráfico sino también con el hurto en esa parte de Bogotá, según el citado diario.
En este lugar hay al menos 20 uniformados haciendo labores de investigación, pues al frente del conjunto donde vivía el joven funcionan al menos dos ollas. Además, al joven lo vinculan con otras zonas vulnerables que funcionan en la localidad de Santa Fe, pues lo vieron el pasado 26 de mayo en las calles de este sector.
Allí, funcionarios de Idipron lo encontraron en riesgo de habitalidad de calle y le ofrecieron cursos y ayuda para salir de esa situación. Pese a que se negó, el joven accedió a entregar su nombre, dirección de residencia y número de celular, de acuerdo con el informe periodístico.
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El atentado contra Miguel Uribe Turbay ha puesto de nuevo sobre la mesa la compleja situación de seguridad en Bogotá y la influencia que ejercen las bandas criminales en sectores vulnerables de la ciudad. El caso evidencia la capacidad que tienen estos grupos para instrumentalizar a menores de edad y producir violencia tanto en el entorno local como en la esfera política nacional.
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