Julián Ballén Espinosa es docente universitario y emprendedor, tiene 29 años y nació en Armenia. De su infancia señala que fue una época típica para las personas que viven en Latinoamérica. Vivió en el barrio Los Quindos y trabajó con su padre y una carreta en la venta de frutas y verduras.
“Hubo una época en la que mis compañeros me molestaban por los zapatos o porque no tenía para comprar refrigerio durante el descanso. Entonces, me refugiaba en la biblioteca del colegio, quería ser el más inteligente, así luego empezaron a contratarme para hacer tareas. También, como tenía un PlayStation portátil, lo alquilaba por horas, creo por esto me empezó a gustar el tema de los negocios”.
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Se graduó en la institución educativa Casd en el 2009. Años más tarde, en el 2012, culminó en el Sena la tecnología en Administración de Empresas. En el 2017, terminó Administración de Negocios en la Universidad del Quindío.
Durante esta época, cantó bambucos y pasillos, de esta manera logró becas académicas. “De la administración me gustó la multiplicidad de conocimientos, disciplinas y saberes necesarios para administrar”. Trabajó como domiciliario, mesero y ayudante de obra.
Ballén Espinosa también es maestro en Auditoría y gestión empresarial de la Universidad Europea del Atlántico. En la Universidad del Quindío estudió la especialización en Direccionamiento Estratégico y Especialidad en Gerencia. En el último tiempo, se interesó por el sicoanálisis, debido a que busca comprender la complejidad del ser humano porque es fundamental para el ámbito empresarial.
“Me parece que el único problema que me hacía falta para entender las teorías que estudiaba en administración era comprender al ser humano con sus tramas, emociones, miedos y todo lo que lo afecta”. Por este motivo, cursó en el 2021 un diplomado con el instituto Psicoanalizarte de Argentina.
Representó en el Foro de Líderes y Emprendedores en la U a la universidad en el 2014. Durante su periodo de formación en educación superior, participó en la construcción del plan de desarrollo municipal del 2016. También ha apoyado la realización de los planes de desarrollo del 2015 y del 2019 de la gobernación del Quindío.
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Como directivo, hizo parte de la Plataforma de Juventud. Es coordinador de planeación en Tránsito Departamental. Fue ganador del Toyp 2021 como uno de los 10 jóvenes más sobresalientes del departamento del Quindío.
“Además, como respuesta a los contenidos que se encuentran en la red y que producen los ‘influencer‘, creamos un movimiento que iniciamos en redes sociales. En @diálogos_julian_ballen dejo algunas reflexiones desde la filosofía, el sicoanálisis para que quien navega lo vea, si les queda algo bien, sino se hizo el intento. Grabamos entrevistas y diálogos con escritores y pensadores. Esto ha tenido un impacto positivo, esto nos impulsa a seguir”, dijo sobre sus proyectos.
El año pasado, evidenció que hacía falta un espacio en el cual publicar trabajos, investigaciones, reflexiones y textos, “por eso creamos la revista digital Diálogos y Saber, cualquier persona que quiera aportar puede publicar”.
Ballén Espinosa hace parte de la organización Global Shapers Community, una iniciativa del Foro Económico Mundial que busca impactar a nivel social y ambiental. “En el marco de este proyecto realizamos acciones de restauración ecológica, campañas de educación, trabajamos con la cárcel de mujeres, ancianatos”.
Para el 2022 fue elegido curador para administrar la gestión del Quindío alrededor de la iniciativa. “En el Foro Económico Mundial se tratan temas de la agenda de los Estados en cuanto a la afectación de la economía. La economía se puede ver afectada por el medio ambiente, conflictos políticos, culturales… por mil cosas que incluso no tienen necesariamente que ver con números”.
Con este foro se busca que, desde los territorios, se generen estrategias de sinergia internacional para poder tener un mejor desarrollo con el fin de cumplir los objetivos de desarrollo sostenible.
“La ponencia que llevaré a Suiza trata sobre los modelos educativos que se basan en la competencia. El sistema de educación de Colombia está basado en las competencias y resulta que de esta manera uno adquiere la posibilidad de ser útil y adquirir habilidades puntuales”.
Como contrapropuesta sostiene que sería muy distinto si en vez de competencias trabajáramos por un modelo pedagógico basado en la cooperación o por colaboración, “pero nos venden siempre es la idea de la competencia”.
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