El Tribunal Administrativo de Santander argumentó este jueves que “no puede establecerse la afectación clara y directa que el proyecto piloto de investigación pudiera llegar a causar” y que “bajo la naturaleza de perjuicio irremediable, imponga analizar y definir si debió surtirse el trámite de la consulta previa”.

Ahí señaló que “el fin de los Proyectos Piloto de Investigación Integral es precisamente establecer los reales riesgos de la exploración y explotación de hidrocarburos en yacimientos no convencionales (…) lo cual es requerido para continuar con el proceso de simple nulidad que ordenó la suspensión de los actos que establecieron los criterios y procedimientos para ello”.

En marzo, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) publicó la resolución 00648 de 2022, que permitió conocer los detalles de la iniciativa Kalé, cuyo desarrollo estará en manos de Ecopetrol.

La zona elegida para la prueba, y autorizada justo en un momento de incertidumbre en el mercado de petróleo y de gas mundial por la invasión rusa a Ucrania, tiene hasta 4,67 hectáreas y la actividad de fracturación será a 1,2 kilómetros de profundidad.

Por su parte, Ecopetrol ha defendido con anterioridad que el proyecto busca “evaluar los potenciales impactos ambientales derivados de la ejecución”, y que tiene contempladas “medidas para prevenir, mitigar, corregir y compensar posibles impactos en los ecosistemas, la biodiversidad, los recursos hídricos, el suelo y el aire, entre otros aspectos”.

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La Corporación Afrowilches -representada por la Corporación Podion, el Colectivo José Alvear Restrepo y la Alianza Colombia Libre de Fracking- presentó una acción de tutela que fue la que falló a su favor la Jueza Primera Administrativo Oral del Circuito de Barrancabermeja, Blanca Judith Martínez, y que hoy fue revocada.

(Lea después: Audiencia pública para hablar sobre piloto de ‘fracking’, en Santander, acabó a las patadas)

La técnica de fracturación hidráulica cuenta con un gran número de detractores, que alertan sobre sus implicaciones medioambientales, hidráulicas y sociales. Por el contrario, sus defensores alegan que supone una solución para dar respuesta a la creciente demanda de energía con recursos más limpios que el carbón.

El fracking permite extraer el gas de esquisto, un tipo de hidrocarburo que se encuentra en capas de roca a gran profundidad, por lo que se tiene que perforar la tierra para después inyectar grandes cantidades de agua mezclada con químicos a alta presión para lograr fracturar la roca y liberar el gas.