Lo primero que dijo la fiscal delegada para la seguridad ciudadana, a través de Noticias Caracol, es que “no es cierto” que se hayan librado órdenes de captura en contra de alguna de las personas que estaba junto a la excongresista Aída Merlano en el consultorio odontológico, y que fueron registrados por una cámara.

En lo que trabajan las autoridades en este momento, según contó Carrasquilla, es en identificar a las personas que estaban allí y analizar evidencias como el video para establecer qué delito se le puede imputar al odontólogo Javier Guillermo Cely Barajas (militar en retiro), “teniendo en cuenta que hay una conducta delictiva que es el favorecimiento de fuga”.

Eso sí, la fiscal aclaró, en Noticias RCN, que este “es un tema muy técnico”, ya que esa conducta se configura solo cuando la persona que facilita la fuga es un servidor público (en este caso del Inpec) o un particular encargado de la vigilancia, custodia o traslado de una persona capturada o condenada.

Aída Merlano

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“Eso es lo que estamos determinando, si el odontólogo tenía la posición de garante como custodio de ella mientras le prestaba el servicio”, declaró Carrasquilla en el noticiero, y dijo que lo que se busca en este caso es “no ser ni irresponsables ni privar de la libertad a una persona de la que no se tiene clara su participación”.

“Lo que quiero es que tanto la sociedad como los periodistas entiendan que no es que no queramos intervenir dentro del proceso, sino que nos estamos tomando el tiempo para establecer cuál es la conducta que le tenemos que imputar”, detalló la funcionaria.

Eso sí, Carrasquilla fue clara en afirmar en los dos medios que posiblemente existe una relación “cercana” entre el odontólogo y Merlano, ya que “el sentido común es que si yo me abrazo con una persona es porque realmente tengo algún tipo de cercanía con ella; yo no abrazo a un extraño”.

Por su parte, el abogado Francisco Bernate dijo, en entrevista con La F.M, que luego de observar los videos de la fuga de Merlano del consultorio se evidencia que “hay una maniobra” que se podría configurar como una complicidad.

“Podemos ver a los odontólogos y familiares facilitando todo para que quien estaba privada de la libertad pueda darse a la huida, y eso se llama complicidad”, aseguró el penalista en la emisora, y explicó que otra cosa sería si se comprueba que los guardias que custodiaban a Merlano participaron en su escape.

“Yo hablaría de dos planos: una cosa es la familia y los odontólogos, que como cómplices pagarían entre dos y cuatro años de cárcel. Y otra cosa son los funcionarios, que tienen una pena de entre seis y 12 años de prisión”, comentó Bernate.

Frente a este panorama,  el periodista Luis Carlos Vélez lamentó que haya un “castigo muy pequeño” para “civiles que participen en la fuga de presos”.

“4 años, que con la rebaja de pena, contar todo lo que pasó y con colaboración, termina con una cosa que es excarcelable, incluso”, señaló.

Aída Merlano

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Para mayor decepción del periodista, y de todos aquellos que esperan una sanción ejemplar para quienes presenciaron o ayudaron en la fuga de Merlano, Bernate dijo que en caso de que capturen y acusen al odontólogo “en principio, sería un hecho que no admite la medida de aseguramiento, o por lo menos la privativa de la libertad”.

Por el momento, el que se pronunció por este caso fue el odontólogo Mauricio Arango Isaza, dueño del consultorio y quién aparece en una fotografía tomándole la mano a Merlano.

Arango, según Caracol, reconoce que sí saludó a Merlano ese día porque ya la había atendido tiempo atrás, pero que hoy ni era su paciente ni tenía nada que ver con ella.

Esto video, que compartió Blu Radio, muestra los instantes previos a la fuga de Merlano: