Bastante controversia ha causado el caso de Laura Sarabia, jefe de gabinete de Gustavo Petro, y la exniñera de su hijo, Marelbys Meza, luego de que la funcionaria acusara a la empleada de robarle cerca de 150 millones de pesos.

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Producto de ello, Meza le respondió a Sarabia y explicó que no se robó nada, comentando que fue sometida a la prueba del polígrafo de la Casa de Nariño, siendo, según ella, presionada y maltratada durante el procedimiento.

Se puede hacer la prueba del polígrafo a empleadas o niñeras

A raíz de la situación, que ya hasta involucra al embajador Armando Benedetti, muchos ciudadanos se preguntan qué tan legal es someter al polígrafo a una empleada, en este caso doméstica, o niñera.

Pues bien, según Symplifica, no existe una regulación que prohíba aplicarle este tipo de pruebas a un trabajador; sin embargo, lo que sí es obligatorio es que sea autorizado y bajo consentimiento, libre de fuerza o coacción.

Incluso, en el blog detallan que en algunos procesos de selección es normal que uno de los requisitos sea pasar por el polígrafo. No obstante, es común que este tipo de exigencia sea para un cargo de alto nivel o que se maneje información confidencial.

“Teniendo en cuenta esto y que el lugar del trabajo de la empleada del hogar es el domicilio personal o vivienda de una familia, donde se puede tener mayor acceso a la vida personal del empleador o jefe del hogar y su núcleo, es posible que el polígrafo pueda realizarse en un proceso de selección para una empleada doméstica”, menciona el portal.

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Cómo se hace la prueba del polígrafo

El objetivo del polígrafo es determinar si el empleado está engañando o no al empleador con la información suministrada. Así pues, el profesional encargado de hacer el examen prepara a la persona para después someterla a la prueba y entregarle los resultados.

El instrumento medirá tres componentes principales: la unidad de cardio, unidad de neumo y la unidad de GSR; los cuales miden los cambios fisiológicos de la persona durante la prueba.

Al finalizar la serie de preguntas, se da un resultado de las respuestas, identificando si hay síntomas de engaño o no. Para algunos expertos, este examen puede superar el el 90 % de confiabilidad.