Lo curioso del asunto es que por lo menos esa última frase ha sido usada por activistas a favor del aborto, pero los que la lucieron esta vez eran cristianos, completamente opuestos a esas iniciativas, según informó La FM.

El grupo, que se hace llamar ‘Familias por la verdad’, sostiene que la vacunación contra el COVID-19 es “experimental”, y promete más manifestaciones, en las que, por cierto, escaseaban los tapabocas.

Sin embargo, uno de los temas más delicados fue que una de sus pancartas decía “sí al dióxido de cloro“, sustancia a la que falsamente se la ha atribuido propiedades para tratar la enfermedad, pero que incluso le ha acarreado problemas legales a defensores como le sucedió a la modelo Natalia París.

El peligro del consumo de dióxido de cloro, falso tratamiento para el COVID-19

No hay evidencia científica que avale que dicho compuesto químico mitigue o prevenga una infección por coronavirus, por lo que las autoridades y organismos reguladores no autorizan su utilización y advierten de posibles reacciones tóxicas.

Su uso está probado como desinfectante de superficies y, adicionalmente, no contamos con ensayos clínicos en el país que busquen obtener información de seguridad y eficacia o sus supuestos beneficios para la cura de la COVID-19″, dijo en su momento a Efe Sindy Pulgarín, portavoz del Invima.

Lee También

La entidad recordó que este compuesto puede llegar a ser tóxico y que algunos de los efectos adversos relacionados con su consumo pueden ser insuficiencia respiratoria, cambios en la actividad eléctrica del corazón, baja presión sanguínea, insuficiencia hepática aguda, vómito o diarrea severa.

“Hacemos un llamado de atención a la comunidad en general frente a aquella publicidad que circula en redes sociales sobre productos que prometen curar la covid, ya que automedicarse o usar productos que no cuenten con información robusta pueden traer serias consecuencias”, añadió la coordinadora de investigación clínica del Invima.

Estas advertencias también han sido emitidas por entes internacionales, como los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU., que han estudiando por décadas el compuesto usado, sobre todo, en fábricas y en la industria del papel.

En su Guía de Salud Ocupacional sobre el Dióxido de Cloro, el regulador estadounidense alerta que dicha sustancia descubierta en 1811 “puede afectar el cuerpo si es inhalado o si tiene contacto con los ojos y la piel. Y también puede afectar el organismo si es ingerido“.

De hecho, alerta de que una exposición prologada puede causar bronquitis crónica y urge a buscar atención médica inmediata una vez se detecte alguno de los síntomas descritos.

Al margen de este tipo de remedios, que además de ineficaces son dañinos, todavía no existe ninguna cura definitiva para el COVID-19. Aunque ya existen vacunas que evitan el contagio, no están disponibles medicamentos o tratamientos específicos para curar la enfermedad causada por el coronavirus, si bien hay ensayos clínicos en curso, subraya la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los antibióticos solo son efectivos contra bacterias -no virus- y los remedios caseros pueden servir solo para aliviar únicamente los síntomas leves, añadió..