El sonado atraco en el norte de la capital de la República hizo que uniformados aumentaran los controles sobre los domiciliarios en varios puntos. A la orden del día estuvieron los retenes para validar que quienes estén vestidos de naranja sí estén trabajando, destacó RCN Radio.
El comandante operativo de la Policía Metropolitana de Bogotá, coronel Necton Lincon Borja, le dijo a ese medio que la idea es bajar el riesgo para quienes piden domicilios.
El oficial dijo que desde la institución tienen identificadas las localidades de Usaquén, Suba, Puente Aranda, Teusaquillo y Chapinero, en donde hay controles preventivos en las zonas o en conjuntos residenciales.
Borja también habló con la emisora del robo al edificio Santa Bárbara y dijo que sigue la investigación gracias a las pruebas recolectadas en las últimas horas.
Y es que, según cuenta el vigilante de esa edificación, los delincuentes se hicieron pasar por domiciliarios, demostrando que la inseguridad en Bogotá no respeta zona de la ciudad ni profesión.
Un guarda de seguridad, identificado como Víctor Nivia, sostuvo en el noticiero CM& que él fue testigo del millonario asalto y agregó que los delincuentes se disfrazaron de domiciliarios y que por eso no despertaron sospecha.
Los domiciliarios, muy de acuerdo con la medida
Los repartidores están preocupados por la inseguridad; por eso aplaudieron el aumento de controles de la Policía.
Algunos domiciliarios le dijeron a RCN Radio que sienten temor por los robos que afectan su labor, pues los pillos pasan desapercibidos al disfrazarse como ellos.
Uno de los trabajadores señaló en la cadena radial que “hay mucha gente que usa las maletas de Rappi o de cualquier aplicación para hacer sus vaganbunderías”. Por eso, celebró los nuevos controles.
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