El colectivo Dignidad Abolicionista dijo, por medio de un comunicado, que junto con varios movimientos feministas elevaron su voz para rechazar “la desaparición forzada” de la pequeña Sara Sofía Galván, y que por su experiencia y a partir de lo dicho en medios de comunicación, este caso podría tratarse de explotación sexual.

“Solicitamos que las autoridades investiguen la posible comisión del delito de trata de personas o el de inducción a la prostitución del que, posiblemente, ha sido víctima la madre de Sara Sofía, teniendo en cuenta su situación de vulnerabilidad y el testimonio de la tía de la niña, indicando que fue inducida y captada por un proxeneta que ha explotado a otras mujeres y se ha quedado con sus hijos”, advirtió la fundación.

Y es que la tía de la pequeña, Xiomara Galván, dijo en un principio que su hermana convivía con Nilson Díaz, y que el hombre presuntamente la explotaba sexualmente en un burdel en Patio Bonito, localidad de Kennedy (suroccidente de Bogotá).

Nilson es, supuestamente, donde ella trabajaba. Pero a este señor ella lo nombra y dice que cuando la niña se le muere, entre los dos hacen eso de meterla en la bolsa”, fue el testimonio que entregó Galván en Blu Radio.

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En la misma emisora, el hombre se defendió y aseguró que trabajaba como cotero en Corabastos, y que terminó su relación con Carolina cuando ella le dejó a Sara a su cuidado. Además, aseguró que tiene cuatro hijos a cargo, aunque evitó referirse a las madres de los pequeños.

Es por eso que la fundación considera que a Carolina Galván hay que atenderla “con urgencia y prioridad”, brindarle apoyo médico y psicológico y darle la protección que requiere “como víctima de explotación sexual y otras graves violaciones a sus derechos humanos”.

Finalmente, el colectivo hizo un llamado para que medios de comunicación “dejen de naturalizar estas violencias” y no le digan trabajadora sexual, así como para que eviten “referirse al proxeneta como ‘pareja sentimental’, ‘exnovio’ o ‘padrastro’ de la niña”.

Así las cosas, el paradero de la niña sigue siendo un misterio, y la Policía se alista para buscar su cuerpo en el río Bogotá ya que en la zona en donde la madre aseguró haberla arrojado al río Tunjuelito no encontraron sus restos.