En la clínica Reina Catalina, de Barranquilla, permanece bajos estrictos cuidados médicos un niño de dos años de edad que fue atacado por un perro de raza pitbull en la terraza de la vivienda de sus padres, ubicada en el barrio Villa Lewis del municipio de Sabanalarga.
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La mordedura del animal, potencialmente peligroso por las 230-240 libras de presión que ejerce en su mandíbula al momento de apretar su presa, le causó graveas afectaciones en el rostro al infante, el cual necesito una cirugía inicial para salvarle la vida.
Posteriormente, seguirá en tratamiento médico y se programarán nuevas intervenciones quirúrgicas para reconstruir los daños causados en sus labios y frente, como consecuencia de un aparente descuido del tenedor del canino.
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Diana Morales, abuela del niño afectado, aseguró que en el hospital de Sabanalarga (donde fue llevado en primera instancia), se demoraron mucho para atender la urgencia.
Por otro lado y según la versión del dueño de la perra pitbull, esta se salió de su vivienda y por eso atacó al menor en la tarde del lunes 2 de agosto, un descuido que puede traer consecuencias legales.
Cabe anotar que la tenencia de estos perros de alta peligrosidad, por su instinto y otros factores ya mencionados, está regulada en el Código Nacional de Policía y Convivencia (Ley 1801 de 2016), el cual especifica que los perros de razas de manejo especial “deben ser trasladados o tenidos en algún lugar abierto al público con su respectivo collar, su traílla y el bozal para evitar accidentes, esto no se cumple”.
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