Este miércoles 8 de marzo se cumple una semana de la reanudación del paro de cientos de mineros informales y ancestrales en las subregiones del Bajo Cauca y el nordeste antioqueño, territorios que han tenido múltiples disputas por el control de las zonas de explotación de oro. 

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Las protestas tienen confinadas a las poblaciones de al menos 11 municipios de Antioquia y varios de Córdoba, situación que deja millonarias pérdidas por el cierre del comercio, la suspensión del transporte y los bloqueos en la Troncal a la Costa Caribe.

Al entregar el balance de lo que ha sido esta semana de protestas, la Gobernación de Antioquia denunció que los manifestantes estarían quemando las motocicletas de quienes no se han unido a las movilizaciones.

El caso más reciente ocurrió en el puente La Libertad, en el municipio de El Bagre, donde algunos manifestantes quemaron las motocicletas de dos conductores que intentaron pasar los bloqueos en la vía. 

¿El Clan del Golfo infiltró la movilización?

Esa fue la denuncia que presentó el gobernador Aníbal Gaviria Correa, según la información que le habría entregado el grupo de inteligencia de la Séptima División del Ejército.

Para el mandatario, los criminales amenazaron a las comunidades en municipios como Caucasia, El Bagre, Zaragoza, Tarazá y Cáceres para que salgan a las vías a derribar árboles e incendiar llantas.

Un sector de los mineros, por su parte, le pidió al Gobernador “no echarle más leña al fuego”, advirtiendo que las declaraciones de Gaviria estarían estigmatizando la protesta.