La historia comenzó cuando el niño llegó a urgencias del Hospital Carlos Holmes Trujillo de Cali, el pasado miércoles, por una crisis del problema cardiorespiratorio que tuvo toda su vida, relató el portal vallecaucano Tu Barco.
El padre eligió a la emisora Tropicana para dar a conocer la denuncia y allí comenzó su relató:
“El niño tiene una enfermedad desde que nació, sufría del corazón. Le hicieron como 6 cirugías en la Clínica Valle de Lili. Él ya venía con problemas respiratorios, los doctores me habían dicho que en cualquier momento podía fallecer de un paro respiratorio”.
Incluso le cuenta al portal que su hijo era tratado con medicinas especiales y que pidieron la atención en casa porque tenía bajas las defensas y no querían llevarlo a consulta, justamente, para evitar que se contagiara.
Luego el señor Velasco dice que su niño se comenzó a sentir enfermo y como la ambulancia no llegó, él decidió llevarlo al hospital, donde lamentablemente murió por una falla cardiaca.
El padre pidió que le entregaran el cuerpo, pero se lo negaron porque le dijeron que el niño era sospechoso de estar contagiado COVID-19 y debían cremarlo.
El locutor de la emisora, con la historia clínica del menor en mano, aseguró que este es uno más de muchos casos similares que se están presentando en Cali.
Luego de eso, los dos medios acompañaron a la familia de nuevo al hospital donde recibieron los resultados de la prueba que le practicaron al menor: salieron negativos. Aun así lo cremaron y se lo entregaron en una urna, relató el padre:
“Nos sacaron como unos perros de la clínica, y por encima mio y sin firmar nada lo fueron cremando. ¡¿Cómo es posible que nos hayan entregado solo las cenizas, cuando desde el principio se sabía que él no estaba contagiado?!”.
“¿Qué está pasando que todo el que se muere dicen que es por COVID?”, se preguntó el locutor al leer el documento. “Qué injusticia”, agregó”.
Con ese interrogante del locutor coincidió Tu Barco al asegurar que este tipo de casos “se vienen presentando cada vez con mayor frecuencia en la ciudad”.
Incluso compartieron un video del senador Carlos Abraham Jiménez en el que varias familias relatan casos similares. El congresista aseguró que la motivación es económica: “Hay un incentivo perverso por la bolsa para atender a estos pacientes, pues por cada paciente en cama normal se pagan 10 millones de pesos y por cada paciente en UCI, 30 millones”.
La razón de ello, según le dijo César Prieto, presidente del Colegio Médico del Valle, a Caracol Radio esta semana es porque se trata de un negocio. “Los manejos de las UCI son más facturados por las EPS al sistema de salud, y se desconoce cómo se han inflado esas cifras para hacer una facturación y tener una buena ganancia”.
Ante las delicadas afirmaciones y la creciente ola de denuncias similares, la Secretaria de Salud del Valle, María Cristina Lesmes, respondió:
“Es un absurdo pensar que subimos, cedamos y ponemos un respirador a una persona que clínicamente a través de las tomografías y los exámenes no lo requiera. Estamos cuidando la presencia de personas en cama, tratando de guardarlas para un número importante de personas que en la medida que esto vaya pasando, vamos a necesitar cada vez más porque van a ser más las personas que están gravemente enfermas”.
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