Una visita de la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Embajada de Suecia, la Embajada de Irlanda y la Embajada de Canadá al Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, por invitación de las autoridades raizales, dejó en evidencia las principales preocupaciones que enfrenta el Archipiélago.

En el encuentro, que inició el 2 de noviembre y culminó hoy, participaron 60 autoridades, líderes y lideresas del pueblo raizal, entre los que se incluyen jóvenes, trabajadores rurales, mujeres y adultos mayores.

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La invitación se dio luego de que en octubre la Defensoría del Pueblo lanzara una alerta temprana para San Andrés con un diagnóstico de la isla en materia de derechos humanos y una serie de recomendaciones para que el Estado garantice estos derechos en el Archipiélago.

Durante la visita de la ONU y las embajadas, las autoridades raizales expresaron sus preocupaciones, principalmente ambientales, de seguridad alimentaria y por la cultura y pervivencia del Pueblo Raizal. Y hablaron de la necesidad de un censo poblacional actualizado.

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También solicitaron apoyo para programas ambientales y sostenibles, afirmando que se pueden intercambiar “buenas prácticas” con los países participantes.

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El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos enfatizó que respaldan “el llamado de las autoridades raizales al Estado para que se adopte prontamente el Estatuto Raizal y se priorice la atención a la situación de derechos humanos, en San Andrés, Providencia y Santa Catalina, con plena participación y reconocimiento en las decisiones que les atañen”.