Por: El Espectador

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Este artículo fue curado por pulzo   Oct 9, 2025 - 6:39 am
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La Organización de Naciones Unidas (ONU) en Colombia denunció el secuestro de nueve integrantes de una misión médica en La Plata, Huila. Según la información difundida, el hecho fue perpetrado por un grupo armado ilegal no identificado hasta el momento, el cual tampoco se ha atribuido el hecho. Ante esto, la ONU exigió su inmediata liberación y recordó a los grupos armados no estatales la obligación de respetar el Derecho Internacional Humanitario, que establece la protección incondicional para el personal médico en contextos de conflicto armado. En su comunicado, la organización internacional subrayó que la atención sanitaria en zonas de riesgo depende de la seguridad de quienes prestan estos servicios y que cualquier ataque en su contra constituye una grave violación al derecho internacional.

Este secuestro pone de manifiesto la vulnerabilidad sostenida que enfrentan las misiones médicas en regiones donde la presencia de actores armados no estatales es recurrente. De acuerdo con el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (INDEPAZ), prácticas como el secuestro y la retención de personal sanitario han sido empleadas por estos grupos como táctica de control territorial o presión hacia el Estado. Tales estrategias afectan seriamente la prestación de servicios, debilitan la operatividad de las brigadas humanitarias y socavan la confianza de las comunidades rurales en la asistencia externa, lo que, a largo plazo, incide negativamente en el acceso y la calidad de la salud en zonas ya golpeadas por el conflicto armado.

El departamento del Huila, históricamente asociado al conflicto interno colombiano, acoge todavía enfrentamientos entre disidencias de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), el ELN (Ejército de Liberación Nacional) y bandas ligadas al narcotráfico, según el Observatorio de Conflictos Armados. Esta compleja geopolítica, en la que convergen múltiples intereses armados, dificulta tanto las respuestas estatales como la protección de misiones humanitarias. La superposición de grupos ilegales en la región hace que los riesgos para el personal médico se multipliquen y que la respuesta institucional sea lenta e ineficiente.

Entidades internacionales y organizaciones como Médicos Sin Fronteras han rechazado enérgicamente estos hechos y solicitado mayores garantías de protección para el personal sanitario en Colombia. Se enfatiza que el reforzamiento de los mecanismos de seguridad debe trascender los protocolos administrativos. Un reciente informe recuerda la importancia de que el Derecho Internacional Humanitario sea cabalmente acatado por todos los actores armados, incluso proponiendo el acompañamiento humanitario mediante acuerdos comunicativos con los grupos armados para reducir los riesgos en terreno.

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Por su parte, las autoridades gubernamentales aún no han dado a conocer información oficial acerca de las víctimas o las gestiones emprendidas para garantizar su regreso. Esta falta de transparencia, según ha documentado El Espectador, es motivo de preocupación y abre cuestionamientos respecto a la capacidad institucional para enfrentar de manera clara y eficaz este tipo de emergencias. La opacidad en estos casos reduce la posibilidad de rendición de cuentas y puede perpetuar la impunidad en violaciones contra el personal sanitario.

La situación resalta la urgencia de fortalecer los mecanismos de protección para el personal humanitario y de cumplir con los acuerdos de paz concentrados en la seguridad de los civiles. Según ONU Derechos Humanos Colombia, mientras no se garantice el respeto al personal médico y a los derechos fundamentales en las zonas de conflicto, los avances sociales seguirán estando en riesgo y la crisis humanitaria podría intensificarse. El monitoreo nacional e internacional de este secuestro sigue activo para exigir la liberación de los profesionales y la adopción de medidas que garanticen la integridad de quienes brindan servicios esenciales en las áreas más afectadas por la violencia.

¿Por qué es tan vulnerable el personal médico en zonas de conflicto en Colombia?

La pregunta sobre la vulnerabilidad del personal médico en estos territorios surge a raíz de la reiterada exposición a riesgos como secuestro, amenazas y restricciones de movilidad. Los reportes de organismos como INDEPAZ indican que los grupos armados ven en las misiones médicas un medio para ejercer control sobre comunidades y presionar al Estado, lo que los convierte en objetivos potenciales. La limitada presencia estatal y la complejidad de los actores armados incrementan las dificultades para garantizar su seguridad y responder ante emergencias como la ocurrida en Huila.

Este problema no solo afecta a quienes prestan directamente los servicios médicos, sino que repercute en la salud de toda la población rural, que ve restringido su acceso a atención. Las consecuencias pueden ser graves, ya que los equipos médicos suelen ser la única opción de asistencia en zonas apartadas. La persistencia de esta situación perjudica los esfuerzos por mejorar la calidad de vida en regiones históricamente golpeadas por el conflicto armado.

¿Qué establece el Derecho Internacional Humanitario para la protección del personal de salud?

El Derecho Internacional Humanitario es un conjunto de normas que, en situaciones de conflicto armado, protege a las personas que no participan o han dejado de participar en las hostilidades, como el personal médico. La ONU recuerda constantemente que los actores armados no estatales tienen la obligación de cumplir estas normas, las cuales prohíben ataques, amenazas o cualquier obstáculo a la labor humanitaria.

Este cuerpo normativo contempla la protección tanto de los trabajadores como de los recursos e infraestructuras sanitarias, y establece sanciones en caso de incumplimiento. La garantía de cumplimiento depende no solo de la adhesión de los Estados, sino también del respeto por parte de todos los actores armados, ya que está en juego la vida tanto de los equipos médicos como de las comunidades que requieren atención en zonas en conflicto.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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