Este martes 25 de abril, el presidente Gustavo Petro pidió la renuncia de todos los miembros de su gabinete con el objetivo de reubicar funcionarios y reordenar sus equipos de cara a la discusión de las reformas en el Congreso de la República.

(Vea también: Confirmado: Carolina Corcho sale del Ministerio de Salud y Petro confirmó su reemplazo)

Durante el consejo extraordinario de ministros que se adelanta a esta hora en la Casa de Nariño, ya se han confirmado los primeros nombres que salen del Gobierno.

  • Sandra Urrutia, ministra de las TIC – Llega Mauricio Lizcano.
  • Carolina Corcho, ministra de Salud – Llega Guillermo Alfonso Jaramillo.
  • Alfonso Prada, ministro del Interior – Llega Luis Fernando Velasco.
  • Guillermo Reyes, ministerio de Transporte – Llega William Camargo.
  • José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda – Llega Ricardo Bonilla.
  • Cecilia López, ministra de Agricultura – Llega Jhenifer Mojica.
  • Arturo Luna, ministro de Ciencias – Llega Yesenia Olaya.

Cabe mencionar que en estos cambios que anunció el presidente llama la atención que no se removió a la ministra de Minas, Irene Vélez, quien se mantendrá en su cargo pesa a las críticas y polémicas desatadas.

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Qué es la renuncia protocolaria que pide Gustavo Petro

Según Función Pública una renuncia protocolaria se da porque el jefe de Estado tiene plena libertad de reorganizar las dependencias y nombrar a personas que él considere idóneas y necesarias para el cargo .

“Se producen por la voluntad inequívoca del funcionario de dejar en libertad al nominador para reorganizar la dependencia respectiva, designando a las personas que a su juicio sean las más idóneas para el ejercicio del cargo”, citó El Tiempo.

De igual forma, la entidad explicó que esta figura no es ilegal ya que el presidente tiene la facultad de ordenar su equipo de trabajo y permitirle a los ministros salir del cargo sin que esto le represente una “connotación negativa”, pues esta figura se usa para no llegar a hacer una declaración de insubsistencia.

“Esta conducta por parte de la administración se acostumbra a realizar más como un acto de cortesía, para no hacer uso de la facultad discrecional de la que se encuentra investido el nominador, máxime cuando se halla frente a un empleado que no goza de fuero de estabilidad”, citó el mismo medio.