La sevicia y poca compasión que tuvieron los sicarios que perpetraron el ataque contra varios integrantes de una misma familia, el pasado 30 de diciembre, en el norte de Bogotá, tiene a las autoridades consternadas. De acuerdo con El Tiempo, las cámaras de seguridad donde se produjo el asesinato muestran que la camioneta Jeep Wrangler Sport en la que se movilizaban las víctimas fue seguida varias cuadras por los delincuentes.

(Vea también: Ladrones, con arma de fuego, robaron la camioneta de una familia mientras la parqueaban)

Los sicarios persiguieron al vehículo y esperaron a que se detuviera en un semáforo en rojo en la Avenida Boyacá con calle 116 para disparar indiscriminadamente y a sangre fria. El citado medio reveló más detalles del ataque e informó que, según el dictamen pericial, una misma bala impactó la cabeza del menor de siete años (identificado como Anthony Rojas), quien murió por la gravedad de las heridas. 

La madre del pequeño también iba como pasajera del vehículo, pero todo indica que el objetivo de los sicarios era un expolítico y empresario cuya identidad corresponde a Jhon Fredy Rojas Peña (padre del niño), quien resultó ileso, según detalló el citado medio.

Rojas incursionó en la política sin éxito en 2019, cuando aspiró al Concejo de Bogotá por el Polo Democrático y obtuvo 2.482 votos. Además, trabajaba en una empresa de cobranzas llamada Moracero S.A.S., que él mismo fundó en mayo de 2014 con un capital de 10 millones de pesos, de acuerdo con el portal. 

Además, las autoridades indicaron que la compañía de Rojas está dedicada a la cobranza de cartera y calificación crediticia. Al respecto, el padre del menor y el principal afectado habló en el reportaje periodístico y dio más detalles. 

Lee También

“Mataron a mi hijo”: padre da detalles de la vida del menor

“No sabemos realmente cuáles eran las intenciones finales. Ahorita, toda mi familia está en peligro. Mataron a mi hijo y realmente no sabemos por qué nosotros. Somos personas trabajadoras, llegamos a Bogotá solo para salir adelante. Él era un niño que solo tenía 7 años y que se dedicaba a estudiar”, señaló.

Además, el mismo informe detalló que el negocio de Rojas también se dedicaba a la cobranza de hipotecas de bienes inmuebles y se indaga si alguno de los clientes les pidió algún trámite que implicara a personas con antecedentes o propiedades en líos. Además, si el empresario o su socio habían recibido amenazas. 

“Es claro que quiénes están detrás del atentado son delincuentes con capacidades de contratar asesinos y proceder a plena luz del día”, dijo uno de los investigadores en la publicación periodística.