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Durante los tres años y nueve meses que Óscar Hurtado se desempeñó como secretario de Hacienda de Medellín la ciudad poco o nada le oyó decir. Hurtado, designado por el presidente Gustavo Petro, por sugerencia de Daniel Quintero, como nuevo alcalde de la ciudad es un hombre de bajo perfil pero que goza de toda la confianza de Quintero. Y gobernará la ciudad al menos hasta cuando el partido Independientes presente una terna a Presidencia, de la cual, lo más seguro, es que se ratifique a Hurtado en el cargo hasta el 31 de diciembre.
Óscar Hurtado siempre ha estado en la foto en los momentos más críticos de esta administración, si bien han sido otros los que acapararon el micrófono, por ejemplo en las protesta del gabinete durante la suspensión de Quintero por parte de la Procuraduría, o la semana pasada cuando el alcalde se enganchó en una pelea en la que llamó “ladrón” y trató de hp al concejal Sebastián López.
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En cuanto a la confianza que le tiene Quintero, no en vano Hurtado es parte de la dupla de funcionarios del staff que han permanecido todo el periodo de la administración, junto con el secretario de Seguridad y Convivencia, José Acevedo. A pesar de que Quintero parece sufrir de urticaria con quienes tienen más edad o experiencia que él, los ha conservado aunque el uno tiene 58 años y el segundo ronda los 60. Como si fueran los profesores de su kínder.
“El Secretario de Hacienda tiene que ser de toda la confianza del alcalde porque es el que maneja la plata, asigna el presupuesto. Y, ¿quién va a saber más de las cosas de Quintero que Hurtado? Mire que a pesar de los escándalos que le han reventado sigue ahí”, expresó una fuente refiriéndose al ruido que se generó cuando se hicieron públicos los contratos de corretaje de seguros que esta administración le dio a la firma de Jaime y Cecilia, los hermanos de este funcionario, a través de Metrosalud, que en ese momento era gerenciada por Martha Cecilia Castrillón, su excuñada (exesposa de Jaime); o a finales de julio cuando la Procuraduría le abrió indagación preliminar por un rezago en la financiación de los fondos pensionales de la Alcaldía. Esta debía consignar en un fondo autónomo $ 236.000 millones y solo puso cerca de $ 47.000 hasta el año pasado.
Hurtado fue secretario de Hacienda desde el primero de enero de 2020 y hasta el 21 de agosto pasado, cuando lo nombró en la cartera de Gobierno, pasando de un puesto de zaguero a la delantera de su guardia pretoriana. Posiblemente ya calculaban la jugadita de la renuncia.
Por eso resultaría clave para contestar —o para que oculte— respuestas a la pregunta que muchos se hacen, acerca de dónde está la plata de Medellín, a sabiendas de que esta es la administración que más presupuesto ha recibido (alrededor de $8 billones) y sin embargo no se ha visto. También Hurtado ha participado en los comités de contratación, un asunto neurálgico sobre el que la administración ya ha tenido que empezar a dar explicaciones en organismos de control. Tampoco se olvidan las fotos del llamado Pacto de Cauca Viejo en las que aparecen varios alcaldes, con Quintero a la cabeza, presuntamente para discutir el plan de acción que llevara a Gustavo Petro a ganar las elecciones en Antioquia. Allí, donde solo figuraban los de más confianza, estaban Óscar Hurtado y varios de sus hermanos.
Una fuente interna le contó a EL COLOMBIANO otros detalles que muestran la afinidad entre ambos. Desde que se formuló el Plan de Desarrollo Medellín Futuro 2020-2023, habían detectado una desfinanciación. Como es usual, el alcalde debe definir hacia qué programas iba la plata y con Quintero no fue la excepción, solo que “Óscar sabía que el Plan estaba desfinanciado y por apoyar al alcalde lo dejó; el día antes de radicar el proyecto llamó a los secretarios a decirles que tenían que bajar el presupuesto sin afectar las metas, para que fueran superiores a las del gobierno anterior, lo que era imposible”. El plan B que socializaron solo con los más cercanos colaboradores era llenar el vacío con la venta de las acciones de Tigo-Une, y por eso habría sido el desespero de Quintero ante las varias negativas del Concejo para sacar adelante el proyecto de acuerdo sobre ese tema.
En las reuniones a puerta cerrada que hace Quintero en el piso 12 siempre está Hurtado. Su trato es el de dos amigos y así las decisiones del alcalde sean descabelladas él jamás le refuta en público; si le hace caer en cuenta es bajo cuerda. Por ejemplo, comenzando la pandemia, se propuso darles a los habitantes más pobres un auxilio económico y, sin ningún estudio, definieron que serían $ 100.000 mensuales, y, así como un mago saca del sombrero un conejo, a Quintero se le ocurrió que debían beneficiar a 91.485 familias. El resultado es que la meta se corrió a medida que llegaban los plazos y la plata no aparecía.
“Él le seguía la corriente. Alguna vez, al principio, llegó a decir, ‘es que el alcalde está joven, pero hay que rodearlo’”, contó una fuente que pidió no revelar su nombre.
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Hurtado fue también crucial para la aprobación del presupuesto de la Nación destinado al metro de la 80 y para la designación de Medellín como Distrito Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación, no solo estuvo en la formulación de los proyectos sino que usó sus cualidades de lobista en las instancias políticas y burocráticas de Bogotá.
Así, habría ganado poder, pero la relación con Quintero y su esposa vendría de vieja data y se extendería incluso al campo de los negocios.
Otras versiones hablan de que Hurtado entró a esta administración como cuota del gobernador, Aníbal Gaviria, cuando todavía andaban en buenas migas.
‘Nado de perro’
Antes de su llegada a esta alcaldía, Hurtado ya tenía una carrera política en la que, como se dice coloquialmente, ascendió con “nado de perro”.
Su estreno público lo hizo en la Asamblea Constituyente de Tarso, que se gestó en el año 2001 para paliar los rigores del conflicto armado. Algunos lo señalan de capitalizar el movimiento social a la hora de lanzarse luego al Concejo y la Alcaldía. Entre 2006 y 2010 fue representante a la Cámara, fracasó en su intento de repetir en el periodo siguiente y finalmente lo obtuvo para el lapso 2014-2018.
Carlos Arturo Piedrahíta, uno de los compañeros de la bancada antioqueña de entonces, y también liberal, relató que el día de la primera posesión, Hurtado llegó al Capitolio vestido con sombrero, carriel y los aparejos propios de un arriero, y repitió la representación varias veces. “Siempre demostraba la antioqueñidad en todos sus actos y su forma de actuar”, dijo Piedrahíta al resaltar que se les apuntaba a las comisiones económicas y era brillante en esos temas.
Otro parlamentario de la época destacó que “era discreto, tan demasiado discreto que ni siquiera tenía contradictores; no se distinguía por ser un gran orador o por presentar proyectos”.
Algunas fuentes aseguran que Hurtado es tanto más amigo de Diana Osorio, la esposa del alcalde, que de Quintero, y que esa cercanía se pudo cocinar justo en el periodo 2014-2018, cuando él era congresista y ella formó parte de la Unidad de Trabajo Legislativo del sanandresano Jack Housni Jaller. Este es actualmente investigado dentro del proceso por posible desfalco de la isla en el que ya pagó cárcel su hermano, Ronald Housni, que fue gobernador.
Por esa vía o por comulgar en el apoyo a temas del gobierno Santos, como la negociación con las Farc, se habría encontrado con Quintero, que después fue gerente del Plebiscito por el Sí a los Acuerdos de Paz en Antioquia y se vio secundado por Hurtado. En ese tiempo del Congreso, según una fuente enterada, en las conversaciones de pasillo ya se rumoraba que ambos eran socios en algún negocio de tierras en Tarso.
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De pobres a gamonales
En ese municipio, conocieron a los Hurtado como humildes campesinos y hoy son gamonales. Casi por donde uno pasa encuentra fincas o lotes de ellos. Serían por lo menos una decena de propiedades a nombre de alguno de los 13 hermanos que hay vivos, o de algún familiar, y muchas otras que sin figurar como suyas, la gente asegura que sí lo son.
En general los predios los dividen y obtienen ganancias jugosas. En el pueblo es voz pop que en uno de esos loteos habría comprado un buen predio Quintero, en una transacción que no aparece asentada en libros. Así se explican los habitantes haber visto varias veces caravanas de carros blindados, porque el exalcalde de Medellín, según dicen, va a darle vuelta a su terreno.
Fuera de eso, en una pesquisa de periodistas de este medio a los bienes de esa estirpe, en mayo pasado, hallaron que León Jaime, el de la firma de seguros, registraba cuatro inmuebles en Medellín, siendo las direcciones de dos próximas al centro comercial El Tesoro y dos cercanas a La Bayadera, en el centro.
A Óscar, que es soltero, no se le halló ni un centímetro de tierra en las bases de datos oficiales, pero otra cosa asegura la gente y él mismo declaró ser dueño de una finca en plena zona urbana, que valdría más de $1.250 millones, y hay personas que sostienen que tendría otras propiedades.
De todos los hermanos, él es el que más ha descollado en cargos públicos, pues aparte de su paso por el Concejo y la alcaldía locales, lo mismo que por el Congreso, ha sido contador del Fondo Ganadero de Antioquia. Sin embargo, todos en la zona recuerdan que la mamá, doña Cesarina, quien falleció en mayo del año pasado, tuvo una silla en el Concejo hace alrededor de cuarenta años. Un hermano, Fredy, es el actual alcalde de Tarso y en este momento aspira a sucederlo la exesposa, Estela Cano. Adicionalmente, en el Concejo ha habido sobrinos o las parejas de estos y Darío, otro hermano, fue alcalde en Jericó.
Muchos tarseños destacan el deseo de superación de la estirpe a punta de estudio, pero también cuestionan que, supuestamente montaron todo un “emprendimiento” amparados en cargos públicos, pues los señalan de cambiar las normas y hacer carreteras justo por donde poseen tierras, para valorizarlas.
El otro pecado sería el aprovechamiento burocrático. Sería una práctica extendida a Medellín. El portal periodístico Voragine denunció en 2020 que dos sobrinos de este laboraban en Metrosalud y la Terminal del Sur, más un allegado que es jefe territorial en Corantioquia. Un temor es que el presunto nepotismo se agudice ahora que Óscar es el alcalde (e), y uno peor, que a través de él siga gobernando Quintero en cuerpo ajeno.
Escándalo de seguros salpicó a Hurtado
En mayo de 2020 varios medios revelaron la entrega de un contrato de corretaje de seguros por un monto millonario, donde la intermediaria entre Metrosalud y Positiva Seguros sería Cecilia Hurtado Pérez, la hermana del Secretario de Hacienda.
Ella fungía como representante legal de la firma Seguros Hurtado Pérez, una empresa familiar donde también ha sido socio León Jaime Hurtado Pérez, el exesposo de quien entonces era gerente de la entidad que administra la red pública de salud de la ciudad, Martha Cecilia Castrillón.
El nombramiento del agente para el corretaje lo hizo Castrillón, y aunque en el papel esa función la cumpliría Cecilia, en realidad quien se iba a encargar era el hombre que fue pareja de la funcionaria, y con quien tiene una hija.
Contratar la ARL le cuesta a Metrosalud cerca de $ 2.200 millones al año, y de eso normalmente el intermediario se lleva un 10 %.
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