La semana pasada, el candidato del Pacto Histórico, Gustavo Petro, y su fórmula a la vicepresidencia, Francia Márquez, fueron hasta Nazareth, el casco urbano más al norte de Colombia, en La Guajira, para lanzar parte de su nueva estrategia de campaña, que se hará en los cuatro puntos cardinales del país.

Además de la polémica que se generó por la forma como Petro y Márquez habrían hecho una afrenta a la cultura wayúu, al supuestamente pisotear y usar como tapete a un chinchorro, un tejido que representa la vida y la muerte, los habitantes no pudieron hablar con ellos para comprometerlos a que, en caso de ganar, eleven a Nazareth de corregimiento a municipio, escindiéndolo de Uribia.

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“En medio del esquema de seguridad y de tanto afán, no fue posible hablar ni con Petro ni con Francia sobre nuestras realidades y necesidades, en especial, que nos permitan ser independientes y manejar nuestros propios recursos y destinos”, dijo a Diario Criterio un líder del clan pausayu, pobladores ancestrales de estos territorios.

Nazareth es un oasis. No solo vive alrededor de la serranía y parque Nacional Natural de La Macuira, una fuente de agua y vida en medio del desierto wayúu. También tiene lo que la mayoría de municipios y grandes asentamientos de la península carecen.

Hay fuertes destacamentos de la Armada, del Ejército y comando de Policía, hospital de tercer nivel, sedes del ICBF y la Registraduría Nacional, colegios e internados, acueducto y alcantarillado. Además, tiene agua, ríos que de forma sorprendente brotan de las serranías para morir rápidamente en el mar, tierras fértiles en las que se cultivan productos de pancoger, crían ganado, cerdo o pollo, y un comercio activo por tierra y por mar, incluso con varias islas del Caribe.

Pese a toda esta institucionalidad y ser un punto clave en la defensa del país, Nazareth, desde hace años, lucha por tener vida propia y ser elevado a la categoría de municipio para que los recursos de las transferencias de la nación, del departamento y de regalías no se queden enredados o perdidos en la galopante corrupción que se registra en Uribia.

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Este municipio, que tiene una extensión de 8.200 kilómetros cuadrados, tuvo un presupuesto de 301.000 millones de pesos en 2021 y unas transferencias de la nación, pero los habitantes de Nazareth dicen que los recursos no llegan ni para la atención a las necesidades básicas. Muchas llegan por las mismas presiones de los habitantes al Gobierno Nacional.

Además de Petro y Márquez, porque han pasado importantes figuras de la vida nacional, allí fue donde el general retirado Mario Montoya, recién graduado de la academia militar, llegó como subteniente a una de las guarniciones militares apostadas en este extremo para defender a Colombia. Rápido fue bautizado como el loco Montoya e hizo relaciones con personas y comerciantes polémicos de la región.

También estuvo Diomedes Díaz, quien dijo que Nazareth no quedaba más lejos porque lo atajó el mar. Francisco Santos, como vicepresidente de la República, estuvo en varias oportunidades y le agradecen haber construido de nuevo la estación de Policía. Y Juan Manuel Santos hizo una posesión simbólica de su segundo mandato. Cada año, miles de turistas, especialmente extranjeros, llegan a sus costas y ríos a pasar vacaciones.

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Ahora, aprovechando la publicidad que tuvo Nazareth con la visita de Petro y Francia Márquez, y como no lograron hablar mucho con ellos, los habitantes aprovecharon para pedirle al Gobierno que, incluso antes de que haya elecciones, los escinda de Uribia y les permita tener una vida administrativa propia.

“Le hacemos un llamado urgente al presidente Iván Duque para que, haciendo uso de esta norma, cree el municipio de Nazareth y le ayude a cambiar el rumbo a más de 100.000 vidas wayúu, quienes podrían tener más cerca, y no a ocho, diez o días enteros como está Uribia, su alcaldía y los recursos que nos pertenecen por ley”, dijo a Diario Criterio otro líder del clan pausayu de Nazareth que pidió omitir su nombre.

Según los habitantes, Duque podría hacer esto ya que la Cámara de Representantes aprobó una ley que dice que al Gobierno nacional solo le bastaría el visto bueno de Planeación Nacional para emitir decretos que creen municipios si estos se encuentran en frontera o donde haya interés nacional.

Pero la decisión no será fácil, si se sabe que en este corregimiento hay más de 10.000 electores, un caudal importante para este departamento, y se quedaría con parte del presupuesto de Uribia. Así mismo, sería el epicentro de los nuevos proyectos de energías limpias y renovables, y el responsable de tres puertos: Punta Espada, Puerto López y Puerto Estrella.

Por ahora, sus habitantes esperan a ver quién les hará el milagro de ser el municipio 1.223, si es que ya no se les adelantó alguno.