El precio de un kilo del queso costeño ha aumentado desde finales del año pasado, y actualmente cuesta casi el doble. En las tiendas de Fonseca, una libra se consigue por entre nueve y diez mil pesos mientras el año pasado se conseguía por cinco mil pesos. “Ha subido demasiado. Hoy en día es un plato para los ricos”, afirma Jesica Valeria Guzmán, comerciante de Fonseca.

Los habitantes de Fonseca han tenido que reducir su consumo de queso costeño, reemplazarlo por otros alimentos y reducir las porciones de comida para hacerle frente a la crisis. Sin embargo, encontrar maneras de reemplazar el queso no ha sido fácil pues este producto juega un papel fundamental en la alimentación fonsequera: en este municipio se consume queso al menos una vez al día con alimentos como el guineo, la yuca, la arepa, los deditos de harina, el arroz, y la salchipapa.

El queso costeño no es el único producto de la canasta básica fonsequera que ha aumentado de precio en los últimos meses. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane) en febrero de 2022, la papa aumentó un 111 por ciento; el aceite comestible, 48 por ciento; la carne y sus derivados, 33 por ciento; el huevo, 18,4 por ciento; y las lentejas o granos, 20,3 por ciento.

Qué dice la gente

  • “La situación es grave porque aquí la mayoría de los fonsequeros consumimos mucho queso, es más, en estos momentos tenemos los ralladores guardados porque está elevado”, cuenta Omar Martínez, comerciante.
  • “Nos ha tocado consumir un poco menos los productos. Por lo general, la costumbre acá es comer bastante pero nos ha tocado hacer como estilo dieta: aminorar las porciones”, dice Annis Vanegas, habitante.
  • “En la casa ya no se compra queso porque está caro. Se compra huevo o pollo para reemplazarlo pero también está caro”, dice Luz María Correa Ama de casa Fonseca, habitante de Fonseca.
  • “Anteriormente la gente venía con 15 mil pesos para hacer el almuerzo, ahora no les alcanza ni con 25”, asegura José Agudelo, vendedor.

¿Por qué aumentó el precio del queso?

Son cinco los factores económicos y sociales a nivel local e internacional que han influido en el aumento del producto. “La coyuntura nunca había sido tan compleja como hasta este momento. Hemos tenido múltiples factores que han ocasionado que suban los precios de muchos artículos que son materias primas. El queso se da a nivel local es un derivado lácteo y sus variaciones de precio son las variaciones de toda la cadena de producción”, confirma Néstor Daza, secretario técnico de la Cadena de Lácteos del Ministerio de Agricultura.

  • La inflación: El Dane reportó que en febrero la inflación anual de precios al consumidor se ubicó en 8,01 por ciento, la cifra más alta de los últimos 20 años. Daza explica que la inflación se ha notado principalmente en la carne de res, el cerdo, el pollo y el huevo. La leche, ingrediente principal del queso, ha incrementado de precio también porque, como explica Daza, “los animales dependen de los alimentos, suplementos e insumos cerca del 45 por ciento del total de su costo de producción. Como el incremento ha sido tan grande en los insumos también se ha afectado”.
  • La época de sequía: Entre noviembre y marzo aproximadamente cada año, con la llegada del verano escasea el agua en el sur de La Guajira. Esto dificulta la alimentación del ganado que, al no tener una buena alimentación, produce menos leche. “Somos una zona desértica. Los problemas de lluvia hacen que el queso escasee debido a que las vacas no tienen la alimentación adecuada para poder producir la leche”, dice Adín Brito Deluque, productor de queso y médico veterinario zootecnista.

Además, aunque desde hace 12 años se inauguró la represa El Cercado, que prometía solucionar el problema del agua en el departamento, no ha habido mayores avances. En su lugar, asegura el Observatorio de Conflictos Ambientales (OCA) del Instituto de Estudios Ambientales (IDEA), “se ha afectado la situación de cerca de 100.000 pobladores”. La construcción causó afectaciones ambientales y culturales como la reducción del caudal del río Ranchería e inundación de los sitios sagrados de los indígenas y las casas de los pobladores de la zona.

  • Los retrasos en la producción por el paro nacional: Los tres meses de protestas del año 2021 también impactaron la producción de leche, y por consiguiente, de queso. Néstor Daza explica que como consecuencia de los bloqueos que tuvieron lugar en varios puntos del país, “los productores tuvieron que secar muchas vacas que estaban en producción y eso ocasionó un retraso en la producción que ocasionó, a su vez, que hubiera menos oferta de leche en el mercado nacional“.
  • La pandemia: Mateo Rivera, analista económico, asegura que una vez se recuperó la normalidad después de los cierres por el coronavirus en el país. “Se encontró que los niveles de demanda eran superiores a la capacidad de producción de las diferentes empresas”. Una perspectiva similar tiene Daza, quien agrega que “desde finales de 2020 y en particular el 2021, se dieron presiones producto de los problemas logísticos, la recuperación económica en todo el mundo aumentaron los consumos y la logística aumentó los costos de los transportes”.
  • Los inconvenientes con la logística a nivel mundial: Las cadenas de suministro en todo el mundo no han logrado estabilizarse por las restricciones de movilidad impuestas por los países con el fin de evitar la propagación del coronavirus.
  • Según la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal), entre los retos que aún enfrenta el comercio y el transporte mundial después de la pandemia está precisamente la superar la escasez de bienes intermedios por políticas de bloqueo entre países, acelerar el despacho de importaciones y exportaciones a pesar de las fronteras cerradas, y las interrupciones en la industria logística.

¿Cuál es la solución?

Néstor Daza, secretario técnico de la Cadena de Lácteos, cuenta que el Gobierno nacional ha diseñado dos estrategias para lograr reducir los costos de producción y los aranceles de las importaciones. Asimismo, asegura, el Ministerio está buscando ampliar la oferta de productos agropecuarios.

La principal de estas ayudas es la Ley de insumos 2183 de 2022, que buscará, entre varias acciones, que el país tenga un arancel del cero por ciento para la importación de insumos agropecuarios. Con esta ley, se busca disminuir los precios de la producción agrícola, aumentar la competitividad y mejorar los precios finales que se cobran al consumidor. Con este mecanismo, se prevé la creación del Fondo de Apoyo a los Insumos Agropecuarios (FAIA), desde donde se administrarán los recursos y se diseñarán ayudas dirigidos a los pequeños y medianos productores con transferencia de tecnología, apoyo a insumos y mejora en la productividad. Pero esta ley aún está en proceso de reglamentación.

Mientras tanto, los productores de leche y queso aseguran que no todos reciben las ayudas prometidas. “Es difícil. Nosotros no hemos tenido un apoyo con el gobierno. Acá no hay beneficios ni subsidios, cada quien tiene que reventar y por eso es que estamos quebrados. El gobierno se ha hecho el de la vista gorda con la gente del campo. Acá la medio organización que hay es Asorancheria. Los beneficios van para los grandes”, dice Juan Antonio Martínez, productor de queso y agricultor.

Lo que sigue

Todo indica que el precio del queso no disminuirá durante los próximos meses. Así lo confirma Daza. “Hay que ser muy claros en que son instrumentos para mitigar pero no van a solucionar el problema. No podemos generar buenas perspectivas en términos de precios para este año, lamentablemente”. Para Daza, la guerra entre Rusia y Ucrania, como países productores de fertilizantes, es un factor clave en la presión inflacionaria de los insumos este año.

Mientras los productores siguen esperando que les lleguen las ayudas del gobierno, varios habitantes temen que el queso desaparezca definitivamente de sus mesas. “Ojalá el gobierno se acuerde de nosotros y mire con ojos de piedad este país”, dice Marta Noriega, ama de casa.