La primera artimaña que utilizó fue hacerse pasar como hija de un general y estudiante de Medicina de la Universidad Militar. De esa forma logró acercarse a dos subtenientes y un teniente coronel, los envolvió y después les dijo que estaba embarazada, incluso de mellizos, para extorsionarlos, aseguró El Espectador.

A estos tres oficiales les exigió dinero para no contarle a su supuesto padre y general de su estado, con lo que lograría afectar sus carreras militares. Adicionalmente, se contactaba con sus superiores y los acusaba de no apoyarla económicamente para que tuvieran sanciones y más presión para entregar el dinero.

Fue necesaria la intervención de la contrainteligencia militar que logró una condena para Rivera Mendivelso, que no la detuvo mucho tiempo porque al salir de prisión conformó una banda delincuencial con su familia, integrada por su papá, su mamá, sus dos hermanas, su esposo, su suegro y su cuñado, agrega el diario.

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Con ese grupo conseguía información privilegiada para hacerse pasar por una coronel del Servicio Aéreo que necesitaba dos patrulleros, cuando se los asignaron les exigió dinero para supuestamente adquirir unos equipos que requerían para cumplir su labor. Los uniformados giraron el dinero y cuando fueron a cumplir una cita con ella se dieron cuenta de la estafa.

Con los mismos engaños llegó a tener víctimas en la Policía Fiscal y Aduanera y las autoridades lograron capturar a toda la banda en 2016. Desde ese momento está recluida en la cárcel El Buen Pastor. Un año más tarde, desde el penal y solo con un celular conformó otra banda y se valió de nombres y cargos reales para estafar a otros integrantes de la Armada y la Fuerza Aérea. Estas personas fueron detenidas el pasado 11 de mayo.

El diario no detalla si tenía algún cómplice en alguna institución militar o la forma en que obtenía la información veraz que facilitaba sus estafas, además del lenguaje particular que maneja la Fuerza Pública y la lista de nombres y cargos de varias oficiales que hacían más reales sus falsas historias.

En total fueron 105 uniformados que resultaron afectados por las mentiras de esta mujer, su familia y sus cómplices. Ahora enfrenta procesos por estafa agravada, simulación de investidura, y otros delitos pendientes de las últimas investigaciones.