La ministra de Agricultura, Cecilia López, dice que el Gobierno Petro vive en una “crítica permanente” y, pese a que acaba de suceder un remezón ministerial en el que su cargo estuvo tambaleando, asevera que ella tiene el cuero suficiente para sobrevivir a la presión de estar en la Casa de Nariño.

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López tiene a cargo la tarea de aplicar la reforma agraria para la que una parte de la bancada del Pacto Histórico sigue esperando un nuevo articulado, pero sobre la que ella, en entrevista con EL COLOMBIANO, aclara: no habrá un proyecto de ley para esa iniciativa.

La ministra ha estado en seis gobiernos, se describe como una persona “vintage, no vieja” y en esta conversación cerró filas entorno al presidente Gustavo Petro. Incluso, envió un duro llamado a Fedegán para que mejoren sus ofertas de tierras.

¿Cómo está su relación con el presidente?

“Absolutamente excelente”.

¿Saldaron los impasses?

“No he tenido problemas con él”.

¿Y cómo ve el Gobierno?

“Muy bien, porque es el ‘gobierno del cambio’. Si no lo viera bien, no estaría aquí”.

Después del remezón, ¿el gabinete está encaminado a lo que quiere el presidente?

“Primero, no fue un remezón. Cambios en los ministros siempre ha habido, yo he estado en seis gobiernos y en todos ha habido cambios. Es obvio que en un Gobierno que quiere hacer tantas modificaciones, tan grandes, en un país donde ha habido sectores privilegiados que han disfrutado que no se hagan cambios, haya una reacción negativa a todo lo que hacemos.

No nos dejan ni respirar, ha sido una crítica permanente. Me han tocado gobiernos muy duros, así que estoy acostumbrada. Tengo el cuero suficiente para sobrevivir a momentos difíciles, especialmente porque sé que tengo en mis manos temas críticos que generan oposición”.

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¿Van a radicar la reforma agraria?

“Nunca hemos dicho que vamos a hacer un proyecto de reforma agraria. La ley de reforma agraria que aplicamos es la 160, que da todos los instrumentos. Por eso desde que llegué al Gobierno dije que no se necesitaba una nueva ley. Ya estamos comprando tierras y titulándolas”.

Pero hay congresistas de la bancada de Gobierno que esperan un articulado de reforma agraria…

“Están absolutamente equivocados. No hay necesidad de tener una ley. ¿No se dan cuenta la ventaja que tenemos de que ya empezamos a aplicar la política de reforma agraria? Si hubiéramos tenido que hacer un proyecto de ley, estaríamos en cero”.

¿Entonces, en qué porcentaje están de la aplicación de lo que hace falta para democratizar la tierra?

“Tenemos un millón 15 mil hectáreas tituladas, eso es pasar mucha gente de la ilegalidad en la zona rural a la legalidad. Tenemos cuatro nuevas zonas de reserva campesina que llegan a 380 mil hectáreas en Sumpaz, Santa Rosa, La Macarena y Pueblo Rico. Ya compramos 3.500 hectáreas en Montería, San Jacinto, Sabanas y Codazzi que se están entregando con escrituras. La reforma agraria en Colombia no necesita una ley, para eso está la ley 160”.

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 ¿Qué porcentaje sí lo son y cuáles están en la zona en la que hace falta comprar?

“El Gobierno ha sido claro en que las tierras que se le comprarían a Fedegán son las más productivas y más subutilizadas del país y están localizadas en el Caribe y en el Magdalena Medio. El problema es que el grueso de tierras que nos han ofrecido hasta ahora están en la Altillanura y en el sur. En las zonas del Caribe nos han ofrecido un mínimo de tierras y estas hay que pasarlas para saber si no tienen problemas de adquisición, si no están en los mapas de restitución y si no son baldíos. Luego hay que mirar qué tan productivas son y cómo se maneja el catastro”.

¿Qué respondió Fedegán acerca de que las ofertas son de zonas que no les interesan?

“Tuve una reunión con el presidente y el director de Fedegán (José Félix Lafaurie) y allí muy claramente el mandatario le volvió a repetir que es en el Caribe y Magdalena Medio donde están las tierras con las que queremos hacer reforma agraria. La respuesta que recibimos es que van a estimular esa oferta y están tratando de hacer esa labor. Las tierras que se compran son ofertas voluntarias y eso es muy importante que quede claro”.

¿Cómo están los tiempos en el Congreso para la segunda vuelta de debates de la Jurisdicción Agraria?

“Va muy bien y más rápido. Y el de los derechos de los campesinos, que es un acto legislativo, saldrá pronto”.

¿Qué va a cambiar cuando aprueben esos dos articulados?

“Fortalece el sistema judicial. El tema de las tierras es el más conflictivo del país, en este momento puede haber 5 millones de hectáreas en manos de jueces, de gente que perdió la capacidad de producir. La guerra ha sido rural y las víctimas ha sido población rural, de tal manera que necesitamos agilizar esos procesos. Cuando salga esa ley, los procesos se van a acelerar”.

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Las invasiones de tierras dieron de qué hablar al comienzo del Gobierno. ¿Todavía persisten?

“Las invasiones obedecen a que la tierra en Colombia tiene uno de los peores índices de concentración del mundo: 0.87, es un coeficiente de Gini vergonzoso. En la medida en que hemos ido mostrando resultados en titulación, se ha bajado la invasión.

Aquí hay unos problemas de una mezcla mucho más compleja porque la violencia ha llegado a territorios que antes no tuvieron estos problemas. Lo he dicho: no invadan, no nos quiten el espacio político para hacer la reforma agraria que este país nunca ha podido hacer”.

¿Ese espacio político se perdió por las invasiones?

“No se alcanzó a perder porque las invasiones se frenaron, se redujeron en un 30% en un momento dado. La petición de que no nos quitaran el espacio político caló en algunos sectores”.

¿Habrá una articulación del Ministerio con la mesa de diálogos con el ELN, teniendo en cuenta que la guerra está ligada a la entrega de tierras?

“No hemos llegado a ese tema. Estamos viendo cómo evoluciona, pero el contexto general de lo que hace el Ministerio de Agricultura es la paz. Así que tarde que temprano (más temprano que tarde) vamos a tener que entrar a la paz total y estamos listos para eso. Todo lo que hacemos es tratando de cumplir el punto uno de La Habana y hay una interrelación entre el Acuerdo de Paz con la paz total”.

La senadora Andrea Padilla dice que usted participó en que se eliminara un artículo del PND sobre el tema de animales, alegan que por esa decisión suya quedó desprotegido el tema ambiental y de animales. ¿Qué pasó?

“Yo no me estoy oponiendo a nada. Simplemente estoy defendiendo la responsabilidad que tiene el Ministerio de Agricultura, por ley, en garantizar el bienestar animal. Tenemos una gran cantidad de animales productores y somos los encargados de su bienestar. Tratar de pasar, como lo han intentando algunos senadores, todo el manejo animal al Ministerio de Ambiente desconociendo nuestra institucionalidad es un gran error. Con la ministra de Ambiente (Susana Muhamad) nos vamos a repartir las responsabilidades: ella del cuidado y yo del bienestar, así que lo que está diciendo la senadora no es exacto. Además, tenemos que hablar del tema de seguridad alimentaria donde el papel de los animales es muy importante”.

Otros congresistas como Esmeralda Hernández y Juan Carlos Losada quieren poner el tema de los derechos de los animales en la agenda. ¿La bancada animalista está hablando un lenguaje diferente al del Ministerio sobre qué hacer con los animales que se crían para consumo humano?

“Yo entiendo perfectamente el tema del bienestar animal y del cuidado de los animales. Jamás he negado eso y la prueba es que cuando entendimos los problemas que tiene la exportación de ganado en pie preparamos una resolución para obligar a los exportadores a que tengan un tratamiento más adecuado para los animales. Los animales productores son una parte muy importante de la actividad del sector rural”.