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Un verdadero infierno vivió un ingeniero de sistemas estadounidense en Medellín y su conductor colombiano. La razón fue porque fueron víctimas de secuestro, tortura y hasta les quitaron la plata de las cuentas bancarias, varios presuntos integrantes del grupo delincuencia Pachelly, estructura armada que delinque mayoritariamente en Bello.
Todo comenzó hace un mes, cuando la víctima, quien ya había venido en diferentes oportunidades a la capital antioqueña, regresó a radicarse para trabajar. Se instaló en una casa en Las Palmas y contrató a un conductor de plataforma, quien ya lo había movilizado en otras oportunidades.
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Tremenda sorpresa: secuestro, tortura y robo
Las cosas iban bien para este extranjero, hasta el 6 de octubre, cuando luego de la jornada laboral y en horas de la noche, llegó a su casa en compañía de su conductor. Cuando entraron al inmueble fueron sorprendidos por 4 delincuentes, entre ellos un menor de edad.
Las víctimas fueron amordazadas y torturadas para que entregaran información de las cuentas y la contraseña de una caja fuerte. Durante la golpiza y el secuestro al extranjero le tumbaron un diente, le contó a Q’HUBO una fuente militar.
Mientras maltrataban a las víctimas, otros bandidos se apoderaban de los televisores, computadores, morrales, licuadora, un horno microondas, la freidora de aire, entre otros elementos. Finalmente, con los electrodomésticos y las cuentas desocupadas, todo valorado en 4000 millones de pesos, los bandidos cogieron los automóviles de las víctimas y huyeron en horas de la madrugada del sábado, 7 de octubre.
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No se salieron con la suya
Los delincuentes no llegaron muy lejos, puesto que en una reacción por parte de uniformados del Gaula Militar del Ejército Nacional y el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía, quienes desde meses atrás les seguían la pista por otros casos similares, lograron interceptarlos.
Los delincuentes se enfrentaron a bala con los funcionarios, pero uno de los amigos de lo ajeno resultó herido y tuvo que ser llevado a un centro médico. En cuanto a los bandidos restantes, 2 de ellos fueron capturados, mientras que el menor fue entregado al Instituto Colombiano de Bienestar Familia, para el restablecimiento de sus derechos.
En el procedimiento las autoridades recuperaron los elementos hurtados e incautaron un arma de fuego.
Los capturados fueron entregados a la Fiscalía, entidad que los presentará ante un juez de la República para que respondan por secuestro agravado, tortura, hurto y uso de menores para la comisión de delitos, indicó el comandante del Gaula Militar Oriente, mayor Yamid Bonilla Pérez.
147 es el teléfono del Gaula Militar para denunciar casos de secuestro.
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