El pasado 27 de octubre, miembros de la Policía y la Fiscalía hallaron el cuerpo de Maximiliano Tabares en la vereda Cuturú Alto de Remedios. Medicina Legal hizo los respectivos análisis y este 15 de diciembre indicó qué le produjo la muerte al menor.

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El dictamen establece que el niño, que habría sido sometido a torturas porque su padrastro creía que le traía mala suerte a la familia, murió como consecuencia un trauma craneoencefálico provocado por un objeto contundente.

“De acuerdo a la conclusión pericial que expide Medicina Legal, la causa de la muerte fue un trauma contundente en cráneo que genera una fractura diastásica, ocasionándole un hematoma extradural que produce una hipertensión endocraneana”, precisó el fiscal Daniel Parada, citado por Blu Radio.

Caso de Maximiliano Tabares, niño asesinado en Antioquia

Una de las hipótesis del caso que ha estremecido a Colombia señala que el menor habría sido entregado a una secta satánica conocida como ‘Los carneros’.

El padrastro habría convencido a la mamá del niño, Sandra Cano, de que estaba poseído y que por eso no salían de la pobreza. Al parecer, esa secta hacía ritos para encontrar guacas y no había tenido resultados en mucho tiempo.

La Policía capturó a la mamá, el padrastro, la abuela y a otras personas cercanas por la presunta desaparición forzada y tortura del niño.

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En la vivienda donde permanecían aparecieron muñecos de santería, libros de brujería, bebedizos en botellas de vidrio y un cuchillo, detalló la Policía, lo cual valió como prueba para que la Fiscalía los judicializara.

Además, las vecinas de la casa en la que vivía el niño con su padrastro y su madre contaron que vieron comportamientos extraños luego de que Maximiliano desapareciera y hasta señalaron que hubo olores extraños por algunos días.

En la audiencia de imputación de cargos, los seis señalados se declararon inocentes. Pese a ello, un juez de control de garantías los envió a la cárcel, donde permanecen esperando su condena.