Hasta ahora hay dos versiones de los hechos. Las autoridades la atribuyen a enfrentamientos entre disidencias de las Farc, pero los pobladores la achacan a un grupo armado que provocó desplazamiento de familias indígenas.

Sobre la primera, el comandante del Comando Conjunto No. 3 Suroriente, general Édgar Alberto Rodríguez señaló: “Se encontraba en el sector el grupo residual 48 realizando una reunión de festejo y en esa aldea fue golpeado por el grupo residual Carolina Ramírez, lo que dejó el asesinato de siete personas integrantes de esos grupos”.

El enfrentamiento, agregó el oficial, ocurrió en la vereda Bellavista, que hace parte del municipio de Puerto Leguizamo, en la frontera con Ecuador y Perú, y que es poblada por comunidades indígenas.

El general Rodríguez señaló que entre los muertos no hay “ningún indígena que haga parte de la comunidad” y que todas las víctimas mortales son hombres.

La versión del oficial se contradice con la de la Asociación de Autoridades Tradicionales y Cabildos de los Pueblos Indígenas del municipio de Leguízamo y Alto Resguardo Predio Putumayo (Acilapp), que denunció que fueron masacradas siete personas.

“Siendo la 3.00 pm del 25 de diciembre incursionó un grupo armado en la comunidad indígena de Bellavista generando la masacre de aproximadamente siete personas y un número desconocido de desaparecidos de personas que eran ajenas a la comunidad”, detalló la Acilapp en un comunicado.

Según esa asociación, la violencia provocó el desplazamiento masivo de 35 familias indígenas conformadas por unas 120 personas del pueblo Murui Muina que se trasladaron a la cabecera municipal de Puerto Leguízamo y a otras zonas de frontera para “salvaguardar sus vidas e integridad física”.

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Violencia en 2021

El 2021 no dio tregua a los defensores de los derechos humanos ni a los líderes sociales, pues según la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los DD.HH. fueron asesinados al menos 73 de ellos entre enero y noviembre y tiene 35 casos más en proceso de verificación.

Por otra parte, un informe del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) señala que este año fueron perpetradas 92 masacres en Colombia que se cobraron la vida de 326 personas, así como asesinaron a 168 líderes sociales y a 48 firmantes del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las FARC.