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Sin embargo, metros más abajo una mujer empapada corría desesperada y ascendió por unas escalas hacía el barrio Villa Nueva.
Ciudadanos que vieron la escena pensaron que podría tratarse de algún delito, le tomaron una foto a la sospechosa y la mostraron a los uniformados, lo que sirvió para rodearla y capturarla en su intento de fuga, en Álamos.
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La buscaban porque una ciudadana aseguró que afuera de su casa estaba la persona que en la mañana le había robado su celular, tras amenazarla con un arma cortopunzante.
Fueron dos robos con arma cortopunzante
Cuando los uniformados pretendían interceptarla, recibieron un llamado de auxilio de una adulta mayor, quien sostuvo que una mujer la intimidó con un cuchillo, la golpeó y la arrastró para quitarle un bolso con sus pertenencias.
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Cerca de allí, con la foto que tomó el ciudadano, lograron identificar la ruta de escape e interceptar a la señalada ladrona con apoyo de otra patrulla. Se trata de María José, una joven de 20 años. Le hallaron en su poder un bolso, un celular, $ 150 mil y otros elementos personales. También tenía un cuchillo.
Tras la captura de la presunta ladrona, los uniformados trasladaron a la afectada hasta el CAI del Campín, en donde indicó que efectivamente la detenida era quien le había robado por la fuerza sus pertenencias. Quedó capturada por hurto.
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Hasta allí también llegó la primera víctima, una joven que también la reconoció y dijo que le quitó $ 300 mil y un celular, el que también encontraron dentro del bolso de la otra afectada.
Reconoció robo de los celulares
Aunque los uniformados le manifestaron a María José que tenía derecho a guardar silencio, confesó tras su detención que había sido ella quien hurtó los elementos a ambas víctimas.
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Valorada por las agresiones sufridas
A la adulta mayor, de 63 años, la trasladaron a un hospital para su valoración médica a causa de los golpes que recibió. Posteriormente denunció a la ladrona.
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