El caso de la carta rogatoria, enviada por el Gobierno a través de la empresa estatal 472, desató un fuerte alboroto este jueves cuando el fiscal interino de Estados Unidos, Matthew Whitaker, de visita en Colombia, dijo que no la habían recibido.
La ministra de Justicia, Gloria María Borrero, admitió que el documento oficial estaba refundido en Panamá, lo que provocó la estupefacción de los colombianos que no entienden cómo, en tiempos de Internet, una carta de semejante importancia (clave para el proceso de paz) no haya sido monitoreada.
Este viernes, la misma Borrero confirmó que la carta en que se piden las pruebas contra ‘Jesús Santrich’, enviada el 11 de diciembre de 2018 por su cartera al Departamento de Justicia de Estados Unidos, llegó finalmente a ese país.
“Tengo la guía de envío de ayer [viernes] y debo estar por recibir hoy, ahoritica, la guía de recibido en estados Unidos”, dijo la ministra en declaraciones difundidas por Caracol Radio.
Varios sectores del país, que no salen del asombro y hasta la rabia por la forma en que se ha tratado este documento vienen pidiendo que Borrero asuma la responsabilidad por este enojoso caso y renuncie a su cargo.
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