El proyecto del intercambiador vial que se venía postergando hace varios años fue retomado por la Administración Municipal, y de no registrarse contratiempos, posiblemente el trámite contractual podría estar andando en septiembre, con la intención de que se inicie la obra este año.

La proyección ocasiona escozor en varios de los propietarios que tienen comercios y además residen en la calle 60, ya que la Alcaldía planea desarrollar la infraestructura de gran magnitud y a la fecha no los han tenido en cuenta.

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A tal punto, que el lunes se vieron en la necesidad de realizar un plantón en la carrera Quinta con calle 60, porque habían pactado reunirse con el alcalde Andrés Hurtado para escuchar la socialización del proyecto, resolver inquietudes y llegar a acuerdos, pero a último momento cambió de agenda.

Esta redacción fue invitada a conocer las tantas preocupaciones que invaden a estas personas, y una de ellas es que la ejecución de la obra será en una de las principales vías de la ciudad, y al alcalde le queda poco tiempo de mandato; asimismo, los recursos para financiar no están completos, por lo que avizoran que el intercambiador quedaría a medias, y se convertiría “en otro elefante blanco de la ciudad”, comentaron los asistentes.

Al respecto, el consultor Diego Zuluaga acotó, “tenemos dos ejemplos para sustentar esa tesis, uno es la 103, hemos hablado con varios vendedores de ese lado y terminaron en el comercio informal, porque ya no hay comercio en la zona y eran menos de 800 metros los que tenían que desarrollar en cuatro meses y ya lleva un año y dos meses de ejecución”.

Agregó, “el Coliseo Mayor tenía que entregarse en 16 meses y el alcalde en abril dijo que estaba en un 94 % de ejecución física, luego de que hubiese venido la Comisión del Deporte tenemos conocimiento que apenas sobrepasa el 40 % de ejecución física pero de la financiera tiene 97 % de los 43 mil millones”.

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Además, con uno de los pronunciamientos que el mandatario Hurtado hizo hace algunos días refiriéndose a la obra, aumentó la desazón, pues aunque él no tenga afán, los comerciantes diariamente están ‘echando lápiz’ de las pérdidas que deben afrontar si la obra no se ejecuta en los tiempos acordados.

“No tengo ese afán ya, yo quiero es que la obra se haga, dejar los recursos garantizados. Si por ejemplo cuando esté en octubre o noviembre, el contratista me dice ‘Alcalde se me presentó un inconveniente o hubo desabastecimiento y necesito seis o tres meses más’, vamos a darle tiempo al tiempo, ya el afán de correr tras el viento para mí no está, es hacer las obras y dejarlas en marcha. Los embarazos son de nueve meses no de un mes, las obras son en el tiempo en que deben ser”, puntualizó Hurtado.

Jorge Solano, comerciante de la 60, comentó: “ellos pueden iniciar el puente, pero con el presupuesto que hay no alcanzan a terminarlo, y el otro alcalde que llegue debe buscar los recursos para continuar, entonces la obra puede tardar más de dos años, lo que afectaría los negocios de la 60 y quedaría mucha gente desempleada”.

El propietario de ‘Tolipollo’, quien desde hace 27 años tiene el restaurante en la zona, manifestó que de ese negocio no solo depende él, sino los empleados que contrata, además de los proveedores.

En esta misma medida, Hollman Combariza, representante de los comerciantes, dijo que durante el paro nacional donde los cierres de la vía fueron intermitentes “se perdieron 482 empleos por la zona, y esta obra que es 24 horas con la vía cerrada acaba con los negocios”.

Otras aristas

Una inquietud que les asalta a estos actores sociales es ¿si no está priorizado en la Planeación Estratégica de la ciudad, en el POT, en el Plan Maestro de Movilidad y Espacio Público, ni en el Sistema Estratégico de Transporte, por qué ejecutarlo?

Uno de los integrantes del comité de comerciantes expresó que: “hemos analizado que le falta un buen mantenimiento a la red vial, eso ayuda a desembotellar. Lo que vamos a ver es un puente lleno de carros porque abajo la situación será la misma”.

Para la realización del paso vehicular se deben derribar algunas viviendas de la zona, se estima que estas serían 50, pero para tal actividad se requiere una negociación de la Alcaldía con los propietarios de los terrenos, sin embargo, ante las discrepancias aún no se ha negociado.

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Lo que dijo Hurtado

Un día después del plantón, esta redacción le preguntó a Andrés Hurtado por su ausencia en la reunión de socialización con los comerciantes y comentó: “si no quieren que les socialice entonces voy a plantear una agenda con los gremios, los centros comerciales, las clínicas, las comunidades, donde les vamos a socializar el proyecto que va a solucionar el problema de movilidad”.

Adicionó, “es muy fácil destruir, es muy fácil criticar y si no escuchan me queda muy difícil. Ahí hay unas personas que conocemos que es un concejal que se ha atravesado en el proyecto y, que sabemos, es el que está oponiéndose a que hagamos nosotros esta obra. Esta obra va para adelante con la ayuda de Dios y vamos a solucionar el problema de movilidad”.

Esta redacción intentó comunicarse con administrativos de Panamericana para conocer su punto de vista respecto al proyecto, ya que también hacen parte del sector comercial, pero no fue posible.

¿Es urgente la obra?

Ante las discrepancias sobre la conveniencia de la obra, esta redacción dialogó con el doctor en Ingeniería Civil y Urbanismo, Carlos Augusto Kaffure Ruiz, quien manifestó que la obra no es una prioridad para la ciudad.

Esas inversiones son muy altas y terminan siendo buenas en muy corto tiempo, un ejemplo es el intercambiador de la 80 en la Pedro Tafur, recién se hizo funcionó perfecto, pero qué hace, atrae más tráfico vehicular, porque se hace pensado para vehículos, entonces más rápido entra en obsolescencia”.

Igualmente hizo referencia a la alta cifra de la obra, “hay dos proyectos de los que se está hablando últimamente, uno es el intercambiador de la 60, en el que ya se está hablando de $ 90 mil millones y el otro es el bulevar de la Quinta, la cual es una obra que vale $ 4.500 millones, el 5 % de lo que vale el otro y termina siendo una obra más importante para la ciudad que ayuda a más gente”.

Para finalizar, el doctor Kaffure a modo de reflexión indicó que, las inversiones no se deben hacer para el vehículo particular “necesitamos mover gente no vehículos”, (mejor transporte público, aportar a la movilidad peatonal y regular el parqueo), al considerar que Ibagué tiene mucho espacio mal administrado.

Suministrada / EL NUEVO DÍA Plantón que se llevó a cabo el lunes por parte de comerciantes para dar a conocer a la ciudadanía la problemática.
Suministrada / EL NUEVO DÍA Plantón que se llevó a cabo el lunes por parte de comerciantes para dar a conocer a la ciudadanía la problemática.

Plantón que se llevó a cabo el lunes por parte de comerciantes para dar a conocer a la ciudadanía la problemática.

Sesión del Concejo

El 31 de julio en la sesión de control político de oposición, el secretario de Infraestructura, Diego Herrán, compartió con los presentes lo que es el proyecto y algunos puntos a tener en cuenta son:

-Al proyecto se le han realizado dos estudios y diseños porque presuntamente el primero no cumplía con las adaptaciones de la nueva norma para construir un nuevo puente, como tampoco contemplaba la movilidad de peatones y personas discapacitadas. Por lo tanto, la inversión es de $ 2.073 millones en estudios.

-En el plan vial municipal este intercambiador no fue incluido y en el POT está incorporado como una obra prioritaria, pero por delante tiene proyectos como en la Ambalá (avenida 103 y la diagonal 83), en la carrera Octava (calle 25), la avenida 37 (avenida Ferrocarril y avenida Quinta) y avenida 60 vía Bogotá.

– Las fuentes de financiación son el empréstito de endeudamiento aprobado por el Concejo y recursos propios, $ 45.000 millones. Se deben reunir $ 90 mil millones.

El Secretario, ante algunos comentarios que se vociferaron en el encuentro cuando indicó que habían realizado visitas de socialización con la comunidad, comentó que se hará una reunión cuando la interventoría se pronuncie sobre los entregables.

Uso del terreno

Como es bien sabido, para la realización del proyecto se requiere demoler varias viviendas y comercios, dado el caso que la Administración Municipal no logre un consenso con los propietarios de esas tierras, la palabra expropiación saldría a relucir.

Por ello, para tener una breve óptica jurídica de lo que esto significa, consultamos al magíster en Derecho Público y Constitucional que ha realizado varios estudios sobre el derecho a la vivienda, Darío Rodríguez, quien manifestó que la Alcaldía tendría la plena autorización, ya que es una obra de beneficio común y no privado como sucede con muchas de las estructuras de la zona.

“La expropiación o procedimiento administrativo en Colombia es propia del derecho público y es aquella por la cual la administración pública se hace acreedora de una propiedad privada para la realización de una obra de interés general, claro, previamente se debe indemnizar al propietario del bien a expropiar”, acotó.

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Además indicó que para llegar a tal momento se deben cumplir unos procedimientos: “la Ley 388/97 entre otras son las encargadas de regular la expropiación donde primero el acto administrativo que declare la realización de la obra tenga los motivos de interés público general y social que esta conlleva, que además existan condiciones de urgencia”.

Asimismo, sostuvo que otros de los procedimientos necesarios es que el propietario sea notificado de una oferta de compra, “es decir, el inicio de una negociación que tiene unos plazos de tal forma que si esta no prospera, la administración podría iniciar el proceso de expropiación”.