Han pasado dos meses desde el fallecimiento de Habraam Barajas Mendoza, el adolescente que murió a causa de una bacteria que estaría relacionada con un problema de aguas negras que tiene la casa donde vivía.

A pesar de la tragedia, su progenitora, Martha Lucía Mendoza, asegura que la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado, Ibal, no ha dado solución a la problemática. Para proteger la salud de sus otros hijos, le tocó desocupar la propiedad e irse a pagar arriendo.

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En diálogo con Q’HUBO, la mujer recordó que hace 15 años compró la propiedad gracias a una indemnización que le otorgó el Estado por ser víctima de la violencia. 

“La casa estaba en buen estado. Me tocó hacerle unos arreglos, pero vivíamos bien. En el año 2019, una fuga de aguas negras empezó a causar humedad. En una pared se abrió un hueco por el que entra agua sucia y cuando llueve, nos inundamos con toda esa pestilencia”, señaló.

Agregó, que como los médicos relacionaron la causa de la muerte de Habraam con agua contaminada, para proteger la vida de sus otros cuatro hijos le tocó desocupar la vivienda e irse a pagar arriendo. 

“Además del dolor que sentimos por la partida de Habraam, estamos pasando un complicado momento económico ya que mensualmente pagó 400 mil pesos de arriendo y la casa me queda lejos del colegio de los niños, por lo que también les tengo que pagar recorrido”, refirió.

Aunque ha radicado escritos al Ibal, según la versión, no ha tenido respuesta. Explicó que un mes antes de la muerte de Habraam, un funcionario efectuó una visita y se comprometió a cambiar unos tubos, sin embargo, no volvió.

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Por una bacteria

Habraam Barajas Mendoza falleció en junio de 2022, estuvo en una UCI en Bogotá. Tenía 17 años y según la mamá, antes de enfermarse, al muchacho sacó aguas negras de la casa. Hace unos meses llovió y nos inundamos de agua contaminada.

Habraam sacó toda esa suciedad. Se mojó y el agua le llegó a los tobillos. Días después empezó a enfermarse. Le dolía la cabeza, tenía dificultad para respirar, decía incoherencias, no podía caminar. Aunque los exámenes salían bien, le sacaron líquido de la columna y le diagnosticaron que una bacteria ingresó al cuerpo y había llegado al cerebro”, dijo la señora.