Por: El Espectador

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Este artículo fue curado por pulzo   Dic 19, 2025 - 12:59 pm
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El uso de pólvora sigue representando un riesgo significativo en el departamento de Cundinamarca, donde recientes reportes de la delegación departamental de bomberos han puesto en evidencia el aumento de personas lesionadas durante las festividades de diciembre. Según la información divulgada por este organismo, la incidencia de accidentes relacionados con la pirotecnia se vincula principalmente a la falta de responsabilidad por parte de adultos y cuidadores, especialmente en situaciones que involucran a menores de edad. Esta problemática, identificada por los bomberos, no responde a casos aislados, sino que se deriva de una reiterada cadena de conductas negligentes, en ocasiones rayando en acciones abiertamente vandálicas.

El caso más alarmante ocurrió en Fusagasugá, municipio donde, pese a no existir ningún decreto que permita el uso de pólvora durante las celebraciones navideñas, se presentó un grave incidente: individuos lanzaron artefactos pirotécnicos desde un vehículo en movimiento y, de manera peligrosa, incluso contra la estación de bomberos local. Este episodio, registrado en el centro del municipio, pudo haber desencadenado un incendio de grandes proporciones y puso en riesgo la seguridad pública. La falta de regulación y el incumplimiento normativo vuelven aún más peligrosa la situación, ya que las consecuencias de tales acciones se reflejan directamente en el aumento sostenido de víctimas, entre ellas un preocupante número de niños.

Las cifras oficiales aportadas por Bomberos Cundinamarca son reveladoras: en el periodo entre el 1 y el 18 de diciembre de 2025, se registraron 29 personas lesionadas por pólvora en 19 municipios del departamento. El informe detalla que esta cifra representa un incremento del 38% comparado con el mismo intervalo del año anterior, en el que se reportaron 21 casos. Del total de afectados, nueve corresponden a menores de edad, distribuidos en siete niños y dos niñas, mientras que los adultos lesionados alcanzan la cifra de veinte, incluyendo catorce hombres y seis mujeres.

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Los municipios con mayor recurrencia de accidentes por pirotecnia son Soacha y Facatativá, con cuatro casos cada uno, seguidos de Fusagasugá, Villeta, Gachancipá y Mosquera. Adicionalmente, diecisiete municipios presentaron al menos un caso. Este patrón evidencia que, pese a los esfuerzos institucionales mediante campañas de concientización y sanciones dirigidas a reducir estos accidentes, el uso de pólvora se mantiene como un problema persistente y de difícil control.

Sobre este panorama, los organismos de emergencia han solicitado no solo una investigación detallada de los sucesos en Fusagasugá, sino sanciones para los implicados. Sin embargo, el documento difundido deja una inquietud fundamental: ¿hasta cuándo se considerará inevitable la presencia de la pólvora en las celebraciones, a costa de la seguridad y la integridad de la población, especialmente de los más jóvenes? Este cuestionamiento pone en entredicho la eficacia de las actuales estrategias preventivas y el verdadero compromiso de la sociedad frente a la erradicación de prácticas peligrosas en tiempos festivos.

¿Qué medidas pueden reforzar la prevención de accidentes con pólvora en municipios sin regulación clara?

Esta pregunta surge debido a que el informe revela la carencia de normatividad efectiva en municipios como Fusagasugá, donde el uso de pirotecnia está prohibido pero, en la práctica, continúa. La ausencia de decretos específicos o la falta de vigilancia adecuada dificultan la aplicación de sanciones y el control real de la situación, dejando espacio para incidentes graves que ponen en riesgo a la población.

Abordar la prevención no solo implica la emisión de normativas o la imposición de multas, sino también un trabajo conjunto entre autoridades locales, organismos de socorro y la comunidad. Explorar estrategias nuevas y adaptadas a cada localidad podría representar una oportunidad para mitigar el creciente número de lesionados y transformar la dinámica de las festividades sin renunciar a la seguridad ciudadana.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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