El innovador submarino eléctrico estaba oculto en la cuenca de los ríos San Juan y Baudó, y fue descubierto por uniformados de la Armada y del Ejército Nacional en medio de la operación ‘Barbudo’ que se adelanta en el departamento.
Según reveló la Armada en un comunicado, el aparato “iba a ser utilizado por estructuras del narcotráfico vinculadas con el Eln, para transportar más de cuatro toneladas de clorhidrato de cocaína a Centroamérica”.
El sumergible mide cuatro metros y medio de ancho y nueve de largo, está equipado con cuatro aletas que le dan una mayor estabilidad, radares, cámara de navegación y varios “tanques de lastre y comprensión” que agilizan la inmersión.
A diferencia de otros artefactos incautados en Colombia, que estaban diseñados en fibra de vidrio y con propulsión a base de combustible, “este sumergible fue construido en láminas de acero naval (nombre que recibe el material de construcción) y de propulsión eléctrica alimentada a través de un banco de más de 100 baterías, que energizan los dos motores. Estas baterías no producen gases y permiten la navegación en inmersión, lo que hace difícil su detección”, explicó la institución.
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Es la primera vez que un aparato como este se ensambla en un río, y las autoridades estiman que pudo haber tardado entre cuatro y cinco meses armarlo y un costo superior a los 4.500 millones de pesos.
La Armada añadió que debido al costo y la tecnología usada, guerrilleros del Eln hostigaron a las tropas tratando de evitar que sacaran la nave de donde estaba oculta.
Aun así, las unidades militares lograron incautarla y trasladarla hasta la Base Naval ARC ‘Málaga’, en el Valle del Cauca, donde fue puesta a disposición del CTI de la Fiscalía.
Operación #ARC #FAC #EJC #Fiscalía en #Chocó también permitió la destrucción de un laboratorio para la producción de clorhidrato de cocaína. pic.twitter.com/EyYsjRbRPX
— FuerzaAéreaColombian (@FuerzaAereaCol) 27 de julio de 2017
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