Debido a una reciente cirugía de cataratas, debe cuidarse dos meses y por tanto, en estos momentos él y su familia necesitan una manito para pagar el arriendo y los servicios públicos.
En diálogo con Q’HUBO, el señor recordó que aunque con la venta de las arepas no gana mucho, es una actividad que por lo menos le permite sobrevivir. Así las cosas, tan pronto el especialista le dé el visto bueno, volverá a sus labores porque se considera un hombre muy trabajador.
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“Por achaques de la vida, los ojos se me empezaron a nublar y fue necesaria la cirugía. Ahora debo cuidarme del sol y del calor del horno y la esfufa. Lo complicado, es que debo 400 mil pesos de arriendo y los servicios públicos”, contó.
Refirió que aunque la familia de su esposa les ha colaborado con el mercado, le preocupa mucho el tema del arriendo. Además, tiene a su cargo la hija menor, de 11 años de edad.
Señaló que los hijos mayores le dijeron que le iban a ayudar, pero hasta el momento no se han reportado y “es difícil esperar porque los días corren y el arriendo también”.
Hace más de 25 años, cuando trabajaba con una empresa contratista que tenía a cargo la pavimentación de unas vías en Antioquia, don Édgar sufrió un accidente laboral.
Un taco de dinamita explotó y le quitó la mano derecha. No pudo instaurar acciones legales porque llevaba apenas tres días laborando y además no tuvo asesoría de cómo “pelear el tema”. Su única fuente de ingresos es la venta de las arepas.
Las personas que deseen aportar su granito de arena pueden contactar a don Édgar al celular 314 385 87 44.
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