
Este miércoles 14 de mayo, el Senado de la República tuvo una acalorada discusión en cuanto si se aprobaba o no la consulta popular, una propuesta que estaba promoviendo la bancada del Gobierno Nacional y con la cual se planteaba darle una respuesta política al bloqueo de sus reformas en el Congreso.
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Sin embargo, durante el debate se habló sobre la posibilidad de la apelación de la reforma laboral, trayéndola de regreso luego de la negativa que había recibido. El senador Ariel Ávila defendió el informe positivo y señaló que desde la Comisión Séptima no se le dio el adecuado trámite a la propuesta.
La aprobación de la apelación que permitió retomar el debate sobre la reforma laboral contó con el respaldo de varios sectores afines al petrismo y, de forma inesperada, también de parte de la oposición.




La sesión, que se prolongó por siete horas, dejó ver una jugada estratégica por parte de los opositores: apoyar la reactivación de la reforma como una manera de debilitar el impulso que venía tomando la propuesta de consulta popular, especialmente después de que la Comisión Séptima del Senado la había rechazado.
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El efecto fue inmediato. Luego de que se tomara la decisión de la plenaria del Senado de revivir el proyecto laboral, el presidente Efraín Cepeda, quien encabezó la sesión, puso en consideración la consulta popular. El resultado fue una derrota para el Gobierno. La iniciativa, que había sido promovida intensamente desde la Casa de Nariño, no prosperará.
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