Por: El Espectador

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Este artículo fue curado por pulzo   Dic 7, 2025 - 10:38 am
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El próximo 10 de diciembre, el Auditorio León de Greiff, ubicado en la Universidad Nacional, será el escenario de un acto profundamente simbólico y reparador destinado a mujeres sobrevivientes de violencia sexual relacionada con el conflicto armado colombiano. El evento, alineado con la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos, constituye una oportunidad para presentar los diseños arquitectónicos del Hospital de la Paz, cuya construcción está prevista en Cumaral, Meta. Este centro se proyecta como el primero de su tipo en el país, especializado en brindar atención integral a víctimas de violencia sexual.

Según se informa, el proyecto está liderado por la Unidad de Investigación y Acusación de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), con el acompañamiento de la Red de Mujeres Víctimas y Profesionales y del programa PRESENCIAS — Sonidos & Ecos de la Universidad Nacional. Más allá de su función como infraestructura hospitalaria, el Hospital de la Paz representa un modelo de reparación y sanación integral, apoyando tanto la salud física como mental. Además, forma parte de procesos judiciales, de memoria colectiva y participación comunitaria, que buscan transformar y dignificar la experiencia de las sobrevivientes.

El diseño arquitectónico estuvo a cargo del reconocido arquitecto chileno Alejandro Aravena, ganador del Premio Pritzker en 2016. El proyecto se llevó a cabo mediante un proceso participativo, incorporando las voces y experiencias de víctimas para concebir lo que Aravena define como “una casa sanadora”. La ubicación del hospital fue posible gracias a la donación de un terreno de nueve hectáreas por parte de la familia Quintero Ruiz, lo que marca un hito en la larga lucha de las mujeres víctimas para acceder a un espacio de atención integral.

El Ministerio de Salud nacional integró el Hospital de la Paz al sistema hospitalario mediante el Hospital San Juan de Dios, asegurando así la sostenibilidad y reflejando un compromiso institucional con la no repetición de la violencia. Asimismo, la ceremonia contará con la presentación musical de un coro formado por cien mujeres víctimas y cien cantantes profesionales, bajo la dirección de la artista mexicana Vivir Quintana, reconocida por ser autora del himno “Canción sin miedo”.

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A esto se sumarán presentaciones del Coro Chaminade, la pianista cubana Beatriz Batista y el maestro Aníbal Dos Santos, primera viola de la Orquesta Filarmónica de Bogotá. Juntos interpretarán un repertorio que busca entrelazar memoria, duelo y esperanza para las asistentes y participantes del acto.

Entre los asistentes confirmados están autoridades como el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo; el presidente de la JEP, Alejandro Ramelli Arteaga; el director de la Unidad de Investigación y Acusación, Giovanni Álvarez; y Ángela María Escobar, lideresa de la Red de Mujeres Víctimas y Profesionales, promotora de esta iniciativa desde 2016 como un acto de reparación transformadora. El evento también incluirá un mensaje del ginecólogo congoleño y Premio Nobel de la Paz 2018, Denis Mukwege, fundador del Hospital Panzi de la República Democrática del Congo, ejemplo mundial de atención a sobrevivientes de violencia sexual.

La jornada representa un esfuerzo conjunto entre víctimas, academia, Estado y sociedad civil para avanzar hacia la no repetición de este tipo de violencias, destacando el valor de la memoria histórica y la solidaridad colectiva. La entrada al evento es libre.

¿Cuál es el papel de la Jurisdicción Especial para la Paz en el proceso de reparación integral a mujeres víctimas de violencia sexual?

La Jurisdicción Especial para la Paz, conocida por sus siglas JEP, se encarga de investigar y acusar los crímenes ocurridos en el conflicto armado colombiano, incluyendo la violencia sexual que afectó especialmente a las mujeres. Su papel ha sido clave en la articulación de iniciativas de reparación que trascienden lo judicial y promueven un enfoque restaurativo, tal como se evidencia en el liderazgo de proyectos como el Hospital de la Paz.

Profundizar en el papel de la JEP resulta relevante porque la reparación integral no solo implica atender las consecuencias físicas y psicológicas, sino también garantizar justicia, memoria y garantías de no repetición. Comprender cómo organismos judiciales y estatales trabajan en conjunto con las víctimas permite dimensionar el alcance y los desafíos que implica construir verdaderos espacios de sanación y dignificación para quienes han vivido la violencia más extrema.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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