Una violenta agresión conmocionó a los habitantes del municipio de Quimbaya, en el departamento del Quindío, luego de que Hernando Antonio Márquez Ramírez, de 54 años de edad, perdiera la vida tras ser atacado con un arma cortopunzante. El trágico episodio se registró el pasado sábado 20 de diciembre en plena vía pública, específicamente en la intersección de la calle 7 con carrera 12, según los datos revelados por Crónica del Quindío. Las circunstancias precisas que rodearon el hecho aún no han sido esclarecidas por parte de las autoridades, que continúan adelantando las indagaciones para reconstruir el contexto y los móviles del crimen.
De acuerdo con la información disponible, tras la agresión, Márquez Ramírez fue auxiliado en el lugar y trasladado de inmediato al área de urgencias del hospital Sagrado Corazón de Jesús. Allí recibió atención médica prioritaria, pero dada la magnitud de las heridas, fue remitido al hospital San Juan de Dios en Armenia. Permaneció allí hospitalizado durante dos días, sin embargo, los daños sufridos en su organismo resultaron irreversibles y, a pesar de los esfuerzos del equipo médico, falleció en la madrugada del lunes 22 de diciembre.
La muerte de Márquez Ramírez fue notificada a la central de radio de la Policía Nacional en el Quindío, que coordinó la intervención del laboratorio móvil de criminalística de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín). Los agentes llevaron a cabo la inspección técnica del cuerpo en el depósito de cadáveres del centro asistencial y más tarde lo trasladaron a la morgue de Pereira, en el departamento de Risaralda.
Funcionarios del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses practicaron la necropsia correspondiente y, mientras tanto, se esperaba la llegada de familiares para realizar los trámites de reclamación del cuerpo y así poder darle el último adiós.
Según se conoció, Márquez Ramírez era oriundo de Quimbaya y residía en el sector de la manzana 2 del barrio La Elvira. Se desempeñaba como mecánico automotriz y su círculo cercano lo recuerda como una persona trabajadora, tranquila y de carácter alegre. Este perfil ha despertado en la comunidad un mayor interés en conocer las motivaciones detrás del crimen, pues hasta la fecha no existen elementos claros que permitan establecer un sospechoso ni el motivo del ataque.
Ante la falta de avances significativos, las autoridades hicieron un llamado a la ciudadanía para que aporte cualquier dato relevante que facilite el esclarecimiento de los hechos y la identificación del responsable. Para tal fin, se ha dispuesto la línea de emergencias 123 y los canales habituales en las instalaciones policiales, garantizando la reserva absoluta de la información suministrada. La comunidad y allegados de la víctima esperan que, con la colaboración ciudadana, se logre justicia y se esclarezca un caso que ha generado consternación en el municipio.
¿Cómo avanzan las investigaciones en homicidios cometidos en espacios públicos? La inquietud sobre el ritmo de las investigaciones en crímenes como el ocurrido en Quimbaya responde a la preocupación recurrente de la ciudadanía por la seguridad en las calles y la efectividad de las autoridades para sancionar a los responsables. En muchos municipios similares, los hechos violentos registrados en zonas públicas suelen requerir trabajos conjuntos entre policía, fiscalía y organismos forenses para lograr avances.
El éxito o retrasos en las investigaciones pueden depender de aspectos clave como la recolección de pruebas en el lugar del crimen, el testimonio oportuno de testigos y la colaboración activa de la comunidad. La claridad en el proceso investigativo fortalece la confianza en la justicia y es fundamental para enfrentar la impunidad en delitos que impactan tan fuertemente en el tejido social.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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