El programa Los Informantes lo encontró en la Zona Veredal Transitoria que las Farc tienen en el municipio de Icononzo, en el Tolima, a unas 4 horas de Bogotá, y en donde unos 300 hombres aguardan a que por fin se levante ahí un campamento con las condiciones que les prometió el Gobierno.

En ese lugar, en el que sobresalen los cambuches que los excombatientes han levantado mientras los alojamientos terminan de ser construidos, pasa sus días Rigoberto, el quinto hijo que Manuel Marulanda tuvo con una indígena caucana, y que por casi 3 décadas estuvo bajo la sombra, incluso, para la misma “guerrillerada”, reseñó el periodista Andrés Sanín.

A los 8 años de edad fue adoptado por un  par de milicianos de la guerrilla, pero 10 años después, en San Vicente del Caguán, Caquetá, según él, se insubordinó al cuidado de sus padres sustitutos y se incorporó a las filas de la guerrilla en un momento en que el gobierno de Andrés Pastrana buscaba la paz negociada con las Farc.

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Su padre, Manuel Marulanda Vélez, alias ‘Tirofijo’, que por entonces concentró en una amplia región de Caquetá la fuerza disponible que esta guerrilla podía tener en todo el sur del país, con el objetivo de reorganizarla, dotarla y entrenarla ante un eventual rompimiento del proceso de paz, lo recibió como a un guerrillero más.

Me puso a conocer lo que era la cartilla militar, se me dio la oportunidad de hacer polígono”, agregó Rigoberto al programa aunque, por su condición especial, su entrenamiento militar fue diferente al del resto de los combatientes. Dijo que ‘Tirofijo’ ordenó mantenerlo alejado de todos y eso incluía sacarlo del foco de los medios de comunicación y vivir bajo una identidad que no era la suya.

Me tocó sacar todo con nombres de otro…”, añadió.

Toda una vida en la clandestinidad y en la incertidumbre de vivir bajo la zozobra de los mortales bombardeos de la aviación del Ejército terminaron por agotar el sueño de infancia de ser arquitecto.

Dijo que estuvo a 100 metros del lugar en donde explotó la bomba que mató a Jorge Briceño Suárez, el ‘Mono Jojoy’, el 22 de septiembre de 2010 en la famosa operación ‘Sodoma’, que ejecutó la Fuerza de Tarea Conjunta Omega. Incluso, enseñó en cámaras cómo hacía para protegerse en las trincheras lanzando su pequeño cuerpo hacia un tajo de greda.

Ahora, en pleno camino hacia la reinserción a la vida civil, es uno de los hombres que maneja la estrategia de comunicación digital de las Farc. Estuvo en Cuba formándose como administrador de redes sociales y periodista.

De hecho, en el campamento de Icononzo existe una sala de redacción con equipos destinados para esos menesteres y está decidido a cambiar las balas por las palabras, pese a que la mitad del país todavía se resiste a aceptar que la guerrilla está en camino hacia el desarme y la desmovilización.