Sucedió cuando le preguntaron si le enviaría un mensaje a su madre dondequiera que se encontrara pidiéndole que se entregara. La joven de 20 años lo descartó de tajo, preguntando “a razón de qué” debería salir “a delatar gente o a decir lo que sabe para meterlos en la cárcel”.

Y es que, según ella, esto la obligaría luego a “tener que huir, y estar escondida porque la quieren matar”: “Mejor que se quede donde está si es que allá está bien”, comentó, tal como se ve en las imágenes de su llegada, divulgadas por El Heraldo.

Hija de Aída Merlano en Barranquilla

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A continuación aprovechó para enviarle algunos dardos a la Fiscalía por el trato que le dieron, lo cual también hizo la jueza que le otorgó la libertad este martes:

“Que sea la justicia, que sea la Fiscalía ya que están tan interesados en pedir justicia, en agarrar gente, ponerles esposas, montarlos en un avión para que comparezcan, pues que hagan lo mismo con la gente que creen que está teniendo prácticas ilícitas”

Con este razonamiento, Merlano Manzaneda entra en una contradicción, pues sus declaraciones sugieren que el escape de su mamá se dio para evitar delatar a sus patrocinadores porque correría peligro en caso de hacerlo. Sin embargo, no tiene en cuenta que ahora queda expuesta de una forma peor.

Harold Vega, Aída Victoria Merlano y Felipe Caballero

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Y es que ahora el Estado no es responsable de su seguridad en un sitio de reclusión y, por ende, queda a merced de esos mismos a los que teme. Si son tan peligrosos como sus palabras permiten pensar, podrían aprovechar para deshacerse de ella ahora que está prófuga.

Incluso una de las hipótesis que se viene comentando es que son justamente quienes estuvieron detrás de los delitos por los que estaba condenada a 15 años de cárcel los que patrocinaron su fuga para congraciarse con ella y evitar quedar en evidencia con su testimonio, y de paso quizá deshacerse de un cabo suelto de ser necesario.