Un tráfico final tuvo Samuel Tenorio Córdoba, un DJ de 19 años que estaba desaparecido desde el pasado fin de semana. El cuerpo sin vida del joven, oriundo de Tuluá (Valle del Cauca), fue encontrado recientemente sobre unas piedras, en la orilla del río Medellín.

Los funcionarios del CTI de la Fiscalía General de la Nación hicieron el levantamiento del cuerpo e intentan esclarecer los motivos que llevaron a la muerte violenta del muchacho.

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Todo comenzó cuando Samuel Tenorio fue contratado para una fiesta en una finca privada de Copacabana, que se llevaría a cabo el sábado 15 de octubre. Sin embargo, el joven no se reportó con su familia. Fue al día siguiente, el domingo 16, que su papá, exsecretario de Salud de Tuluá, y su mamá, expresidenta del consejo de dicho municipio, recibieron un mensaje de WhatsApp en el que desconocidos les pedían 150 millones de pesos para devolverlo con vida.

Además, los presuntos homicidas les dijeron que su hijo se portaba mal y que estaba vendiendo drogas. De igual modo, enviaron una foto del joven, rodeado de los estupefacientes que supuestamente comercializaba y con los ojos vendados. Pero, en medio de la angustia de los padres, estos explicaron que no tenían esa cantidad de dinero.

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El brigadier general, Carlos Humberto Rojas Pabón, citado por Noticias Uno, afirmó que se desconoce si la familia ya había efectuado un pago, pues ello será parte de la investigación. Lo que sí confirmó es que el caso no fue denunciado ante el Gaula de la Policía.

Los días de zozobra finalizaron, infortunadamente, con el hallazgo del joven asesinado. Así lo confirmaron los bomberos de Copacabana, los cuales detallaron que el cadáver yacía en el sector de La Balastrera, de la avenida Ancón.

Ricardo Romero, director de la Fiscalía de Medellín, manifestó en rueda de prensa que, por las condiciones del cuerpo, este llevaba más de un día en esa zona. “No se encontró con ningún signo de violencia visible”, apuntó el funcionario.