En la segunda sesión de audiencia de solicitud de preclusión que se surte en contra del exsenador Álvaro Uribe, por presunta manipulación de testigos, el fiscal del caso, Javier Cárdenas, avanzó con los argumentos que, a su juicio, son los que lo llevaron a solicitar que cese la investigación penal en contra del exsenador.

Lo que en su momento dijo el delegado del búnker es que practicó nuevas pruebas en el expediente que empezó en la Corte Suprema de Justicia, recogió el testimonio del exsenador y entró a analizar una memoria USB de la que entregará detalles en medio de las diligencias.

En la reciente intervención, Cárdenas trajo a colación el episodio en el que Juan Guillermo Monsalve, testigo estrella en el proceso, posee un reloj en el que graba una conversación con el abogado Diego Cadena, también procesado por estos hechos y uno de los abogados que defendía los intereses de Uribe.

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Ese testimonio daba cuenta de los supuestos intereses de ambas partes (Cadena y Monsalve) para declarar en el proceso. La grabación reposaba en el expediente de la Corte Suprema de Justicia, exactamente, en el despacho del magistrado César Reyes, de la Sala de Instrucción.

Cadena fue llamado por el magistrado para que entregara su versión sobre la grabación que, hoy considera la Fiscalía, es una prueba “editada”. Esa intervención fue la que mostró el fiscal del caso en la mañana de este martes para probar que el testimonio del confeso paramilitar no tiene asidero. Monsalve ha dicho que Uribe tenía nexos con el paramilitarismo. No obstante, las menciones del testigo no son valederas en las hipótesis que tiene la Fiscalía. Por el contrario, Cárdenas considera que no es un testigo de fiar.

“Se presentan situaciones jurídicas que hacen pensar a la Fiscalía que esta persona no es un testigo de cargos responsables para sostener un escrito de acusación. Recuerdo que había pasado con anterioridad que ya había mentido en lo que le dijo a la magistrada de la Corte Suprema. Este testigo no tiene credibilidad”, resaltó el fiscal quien ha traído a colación las pruebas del alto tribunal, para descalificarlas, con posterioridad, en medio de su intervención.

El fiscal del caso, Javier Cárdenas, desplegó a plenitud audios legalmente captados por la Corte Suprema de Justicia durante el expediente. En la tanda de este martes 11 de octubre, por ejemplo, charlas telefónicas entre el expresidente Uribe y su antiguo abogado Diego Cadena, quien para otro representante de la Fiscalía sí merece estar en juicio, con prácticamente las mismas pruebas, y hasta ser condenado por manipulación de testigos.

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En los audios, de 2018, Cadena le explica a Uribe que el testigo Juan Guillermo Monsalve, antiguo miembro de Los Rastrojos, buscaría retractarse desde la cárcel de sus constantes señalamientos contra el expresidente. Ha asegurado haber conocido de la conformación del Bloque Metro de las Autodefensas porque su padre era mayordomo de la Hacienda Guacharacas, en Antioquia, propiedad de la familia Uribe Vélez en los noventa.

El fiscal desplegó la comunicación, pero valorando que en ningún momento hubo una actuación irregular del expresidente Uribe.

“En ninguna de las conversaciones le dice que prometa o entrega alguna utilidad a los testigos. Al contrario, le dice (a Cadena) que tiene que ser muy claro y preciso, en que lo que los testigos digan debe ser verificado por la Corte Suprema de Justicia”, concluyó el fiscal Cárdenas.

El investigador escogió justo los audios en los que Uribe Vélez establece una relación abogado-cliente con Cadena y le señala que todas las declaraciones, a favor o en contra suya, deben ser voluntarias. “Es bueno resaltar que en ninguna (interceptación) aparece Uribe Vélez hablando con un testigo directo de las actuaciones que se siguen en su contra”, explicó el fiscal Cárdenas.

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Luego de ello, la Fiscalía aportó la carta del 2 de abril de 2018 en la que Monsalve asegura que el senador Iván Cepeda, víctima en el proceso, lo habría buscado para hablar contra Uribe y relacionarlo con la manipulación de testigos. Esa misiva tiene un aspecto particular, pues el mismo Monsalve firmó con su huella que el abogado Cadena y su compañero de cárcel, Enrique Pardo Hasche, los presionaron para redactar a favor de los intereses de Uribe Vélez.

Poniendo de presente esa carta, la larga intervención del fiscal Cárdenas ubicó ante la audiencia una grabación de la conversación entre Cadena y la exesposa de Monsalve, Deyanira Gómez, un día después de firmada la misiva. Hasta lo escuchado, tras haber superado el tiempo previsto de la audiencia, Cadena y Gómez discutieron por el contenido de la carta. La exposa de Monsalve fue insistente en que ella tenía su propio abogado, con el cual manejar la condena a más de 40 años de prisión de Monsalve por secuestro extorsivo.

En la transcripción se lee la siguiente respuesta de Deyanira Gómez a Cadena: “En las reuniones iniciales, lo que le ofrecieron (a Monsalve), fue hasta donde yo sé, es JEP. Que ustedes le ayudaban con la JEP. Le ayudaban con seguridad. Lo iban a poner a vivir mejor. Espere le digo. Mejor en el lugar en donde estaba, le iban a ayudar con abogados y de hecho Juan llegó y me dijo: ‘Ellos salen de acá con algo firmado por mí y ¿yo donde quedo?”. Mañana a las 9:00 a.m. se espera que el fiscal Cárdenas argumente por qué ese audio es importante para su solicitud de preclusión.

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La demostración de las pruebas en medio de la diligencia puso en descontento al abogado Miguel Ángel Del Río, quien defiende los intereses de Deyanira Gómez, exesposa de Monsalve que fue catalogada como víctima en el proceso, por cuenta de las supuestas persecuciones y hostigamientos una vez empezó el meollo judicial con el expresidente.

Del Río mostró su molestia en medio de la diligencia. Consideró que “era una falta de respeto” que el fiscal expusiera una vez más todos los argumentos que ya son abiertamente conocidos por todos los actores en el proceso.

“Lo que hemos visto hasta ahora su señoría es una repetición casi que calcada de lo que ocurrió hace unos meses en la solicitud de preclusión. Yo sé que usted está escuchando este proceso, entonces yo me pregunto a qué está apostándole la Fiscalía General de la Nación, será que piensa que con dos novelas iguales el resultado será diferente? Estamos viendo lo mismo. Yo pido respeto con la administración de justicia”, dijo el abogado.

Para el defensor de Gómez, el argumento de la Fiscalía no tiene nada de nuevo y relevante respecto de la solicitud que presentó el fiscal Gabriel Jaimes, quien radicó el primer escrito de preclusión. La jueza 41 de conocimiento, quien conoce actualmente del caso, expuso que esta es la primera vez que ella conoce del expediente por lo que respetará cada una de las intervenciones que hagan los participantes en la diligencia.

“Lo primero que debo es señalar es que no me gusta interrumpir ninguna argumentación soy respetuosa del orden que cada uno traza en su argumento. Yo no conozco cuál es la postura de las partes o los intervinientes. El señor fiscal ha llevado un orden de acuerdo a su hipótesis. Lo mismo haré para la representación de víctimas, la Procuraduría y la Defensa. Así que doctor Del Rio puede usted no estar de acuerdo con el señor fiscal y con los elementos probatorios, pero le pido que tome atenta nota y que cuando le toque el uso de palabra pueda rebatir palabra a palabra de lo que dijo el señor fiscal”, explicó la juez una vez decretó un receso para continuar en la tarde.

El expresidente está ante los estrados judiciales porque, supuestamente, conoció de algunos movimientos que, al parecer, se realizaron en varias cárceles del país con los que se pretendía cambiar los testimonios del algunos condenados que daban cuenta de un posible vínculo entre el exmandatario y grupos paramilitares.

Esta es la segunda vez que la Fiscalía solicita que se precluya la investigación que se abrió en julio de 2018, luego de inhibirse de abrir una indagación por un tema similar en contra del senador Iván Cepeda.